El Tribunal Electoral resolvió este martes a la noche no abrir todas las urnas para realizar el escrutinio definitivo. Se computarán como válidos los números que figuran en las actas y sólo se realizará el conteo voto por voto en caso de que un fiscal partidario lo solicite ante la “mínima inconsistencia”, es decir cuando surgan diferencias entre los guarismos oficiales y los datos que tienen uno o varios partidos. El organismo, sin embargo, no pone límites a la cantidad de mesas a revisar y habla de que pueden ser “una, unas o incluso la totalidad de las urnas e inconsistencias generadoras”.
Según adelantó la periodista Ivana Fux desde Santa Fe, donde se realizó el anuncio pasadas las 21, el criterio para abrir las urnas cuestionadas será amplio y ante la menor “inconsistencia” que se detecte.
De esta manera, el proceso será similar al empleado en las Paso, cuando se procedió a verificar el contenido de las urnas si el acta de la mesa no coincidía con alguna de las copias que contaba el fiscal de un partido.
En el punto II de la resolución, el Tribunal dice ajustarse al artículo 118 del Código Electoral Nacional y advierte que se podrán revisar las urnas “mediando pedido de parte durante el desarrollo del escrutinio definitivo en relación a una, unas o incluso la totalidad de las urnas e inconsistencias generadoras de duda, por mínimas que estas fueran”. Y aclara que esto se hará “con el amplio criterio que las circunstancias ameriten”.
Por otro lado, el Tribunal Electoral no hizo lugar a las supuestas irregularidades y errores en el conteo que planteó el PRO pero por una cuestión de fondo. El escrutinio provisorio lo realiza el Poder Ejecutivo y no ese ente que presidente el titular de la Corte Suprema de Justicia, que en ese caso se declaró “carente de competencia”.
se tipo de escrutinio podría demorar entre siete y diez días, o incluso menos si las controversias no abundan. Como sea, el proceso estaré lejos de demorar los 45 días estimados en caso de abrir las urnas y verificar boleta por boleta.
Eso último pidieron tres partidos de la oposición: el PRO, el Frente Justicialista para la Victoria y el Frente de Izquierda. El oficialismo, en cambio, pidió al Tribunal que rechace esas solicitudes ya que sólo se debe abrir una urna si hay un problema con las actas. Recordó que en el escrutinio provisorio se utilizan los telegramas enviados por las autoridades de mesa a los centros de carga y no las actas oficiales, que son los documentos que se emplearán desde este miércoles, en el escrutinio decisivo y legal (ver fundamentos más abajo).
Los planteos previos
Después del reclamo formal que realizó el PRO este lunes para que se abran todas las urnas durante el escrutinio definitivo de las elecciones, se sumaron en el mismo sentido este martes el Frente Justicialista para la Victoria y el Frente de Izquierda. En cambio, el oficialismo hizo una presentación para pedirle al Tribunal Electoral que rechace esas solicitudes.
El Frente Progresista, Cívico y Social destaca en el texto que el “escrutinio provisorio o recuento provisional se hace sobre telegramas, no sobre actas”. La diferencia ambos documentos, explican, es que el primero puede ser ilegible o tener fallas y por eso no ser cargado en el primer conteo; mientras que el acta es el documento oficial y final.
Según piden los apoderados del espacio oficialista, lo mejor para el escrutinio definitivo sería abrir las urnas sólo cuando exista una diferencia entre el acta y la información que dispone cada fiscal partidario, como ya se realizó en el escrutinio de las Paso.
Este martes a las 18, 48 horas después del cierre del comicio, venció el plazo para presentar las impugnaciones de los partidos. Octavio Crivaro, candidato a gobernador del Frente de Izquierda, detalló que ese espacio también pidió la apertura de todas las urnas.
El mismo domingo y sobre todo a partir del lunes los partidos comenzaron a plantear quejas por el conteo provisorio. El PRO habló de “cosas raras” y denunció “irregularidades”, mientras que el Frente Progresista dijo que hubo “errores humanos” y dio ejemplos de cómo también esa fuerza se vio perjudicada.
Los argumentos del oficialismo
En el artículo 2 de la presentación, el Frente Progresista solicita al Tribunal que preside Roberto Falistocco “se desestime lo peticionado, por no darse la causal extrema, prevista en el art. 118 del Código Electoral, la que se aplicará, exclusivamente, en los supuestos contemplados en esa normativa”.
Y cita entre los fundamentos que darían lugar a abrir urnas: 1) “no hubiere acta de elección de la mesa o certificado de escrutinio firmado por las autoridades del comicio y dos fiscales por lo menos”; 2) “hubiera sido maliciosamente alterada el acta o, a falta de ella, el certificado de escrutinio no contare con los recaudos mínimos preestablecidos”; y 3) “el número de sufragantes consignados en el acta o, en su defecto, en el certificado de escrutinio, difiera en cinco sobres o más del número de sobres utilizados y remitidos por el presidente de mesa”.
El texto remarca que “la aplicación del artículo 118 del Código Electoral Nacional procede sólo en los supuestos en que se verifiquen evidentes errores de hecho sobre los resultados del escrutinio consignados en la documentación de la mesa, o en cuando no existiera esta documentación”.
Por otro lado, para el oficialismo el conteo del domingo fue normal y la dudas planteadas por las fuerzas son producto de la paridad. “En toda elección, en cualquier lugar del mundo donde haya recuento provisional, nunca se llega al 100 por ciento”, señalan.
Los apoderados recuerdan que “siempre hay que contar las actas”. “Si el acta está bien, si está completa y consistente, el acta es el último documento. Y, como ha dicho públicamente el Director Nacional Electoral, Dr. Tulio, consultado por este tema, «recontar todas las urnas, si las actas están bien es una medida ilegal»”, añaden.
Fuente, Rosario 3.com