Este sábado, para muchos el último día de trabajo del año, arrancó con temperatura muy alta. El alivio llegaría por la tarde-noche con algunos chaparrones.
A las 8 de la mañana, el termómetro en Armstrong ya marcaba 27 grados. La humedad era del 84 por ciento y el viento estaba en calma. “No corre una gota de aire”, decían las vecinas en los barrios, tratando de buscar una bocanada de oxígeno matinal.
El SMN advierte que para la tarde-noche tendremos un cielo parcialmente nublado o nublado, con probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas.
El pronóstico prevé vientos moderados del sector oeste, cambiando a moderados o fuertes del sector sur, con ráfagas.
Eso haría bajar varios grados la temperatura y la sensación térmica ya entrando en el último día del 2017.