En algunos casos, tratar la enfermedad subyacente elimina o minimiza el dolor. Por ejemplo, la inmovilización de una fractura o el tratamiento antibiótico para una articulación infectada reducen el dolor. Sin embargo, aun cuando la enfermedad subyacente sea tratada, se requieren medicamentos (analgésicos) para el tratamiento rápido del dolor.
El médico elige el analgésico en función del tipo y la duración del dolor, y sopesando los posibles riesgos y beneficios. La mayor parte de los analgésicos son eficaces para el dolor nociceptivo (debido a lesión de los tejidos), pero no tanto para el dolor neuropático (debido a daño o disfunción de los nervios, la médula espinal o el cerebro), por lo que a menudo se requieren distintos fármacos. Para algunos tipos de dolor, en especial el dolor crónico, son también importantes los tratamientos no farmacológicos.
Los analgésicos se dividen en tres categorías:
- Analgésicos opiáceos (narcóticos)
- Analgésicos no opiáceos
- Analgésicos coadyuvantes (medicamentos que generalmente se administran para tratar otros problemas, como las convulsiones o la depresión, pero que también pueden aliviar el dolor) La Dra. Fernanda Serrano, en el Programa Prevención y Salud, hará un breve resumen sobre el tratamiento del dolor en diferentes patologías. Fuente: Programa Tv. Prevencion y Salud.
- Dra. Fernanda Serrano
- Lunes 8 de Junio 13,30hs. Por Cable Imagen Armstrong.