La última víctima fue una mujer de 66 años que cayó de una moto cuando se le cruzó un perro. Sufrió fractura expuesta del brazo derecho, el cual le quedó con una incapacidad permanente. Hace tres años la delegación local del Colegio de Abogados había presentado un contundente dictamen ante el municipio pero nunca fue tenido en cuenta.
FUENTE: PERIODICO EL INFORME DE LA CIUDAD (CAÑADA DE GOMEZ)
Los animales sueltos en el espacio público constituye un problema crónico de esta ciudad. Hace algunas semanas atrás alrededor de las 9.30 hs., a una señora de 66 años que circulaba en un ciclomotor por calle Maipú casi esquina Necochea se le cruzó un perro, aceleró e inmediatamente sintió un golpe, cayendo esta señora al pavimento. Intervino la policía pero hubo poco por hacer ya que se trataba de un perro de la calle.
Lo que debió padecer esta señora fue bastante grave ya que sufrió fractura expuesta en el brazo derecho y estuvo a punto de perderlo. Fue derivada a Rosario por la complejidad de la situación. Allá le pudieron salvar dicho miembro pero el brazo derecho no volvió a quedar como antes, o sea no tendrá la misma funcionalidad que antes del accidente. En definitiva, la secuela principal es que deberá padecer una incapacidad permanente en ese brazo derecho de por vida.
Algunos rumores indicaron que el perro podía tener dueño, fueron a hablar con su posible propietaria pero sólo dijo que el animal la seguía pero que no era la dueña del mismo. “No estoy en contra de los perros pero tiene que haber una solución. En el lugar que vivo es terrible la cantidad de perros que hay sueltos en la calle. Tienen que estar en un refugio con todas las condiciones indispensables y necesarias, incluso no nos negaríamos a pagar una cuota para su mantención. O sea, soluciones seguramente las hay” manifestó la hija de la señora damnificada.
ANTECEDENTES
En estos últimos años se registran varios antecedentes y algunos de ellos son los siguientes. Hugo Moreno, trabajador municipal, protagonizó un fuerte accidente luego de que un perro callejero se le atravesara en su camino cuando manejaba su moto. Sufrió varias heridas que lo dejaron internado en el Hospital San José. El accidente ocurrió en calles Venezuela y Bolívar cuando estaba llegando a su domicilio. Le hicieron curaciones, dos puntos de sutura en la frente y tuvo fuerte contusiones en brazo izquierdo, las dos manos y las rodillas.
Otro caso fue el de Magalí Rodríguez que cuando se dirigía a la casa de su mamá en moto llevando a su hermanita con Síndrome de Down porque se había cansado de caminar, a la altura de calle Colombia le salieron tres perros al cruce, esquivó a dos y el más grande se le fue encima mordiéndole el tobillo derecho.
Además una mujer de 41 años fue tirada de su moto por un perro en la tarde de Navidad de 2014. Este accidente ocurrió en J. A. Roca al 600 y la mujer, de nombre María del Valle Dial, presentó una fractura expuesta de tórax. Puntualmente se le quebraron cuatro de sus costillas. Además, uno de los huesos rotos le perforó el bazo y los médicos tuvieron que extirparlo, lo cual le afectó su sistema inmune por el resto de su vida.
También Viviana Pereyra cayó de su moto cuando un perro se le cruzó en su camino. Ocurrió a la vuelta de su casa, en cercanías de Sarmiento y Jujuy. Llevaba consigo a su hija Victoria de 10 años. Como consecuencia Viviana, que por entonces tenía 47 años, se rompió la rodilla izquierda. Su hija, en tanto, fue eyectada del vehículo varios metros aunque afortunadamente el casco le salvó la vida y no sufrió heridas de gravedad.
Otro caso fue el de Roxana Díaz que, al salir de su trabajo, regresaba en moto a su vivienda cuando por Bv. López (unos cien metros antes de llegar a Iriondo) un perro se le atravesó en su camino, no le dio tiempo a frenar, la chocó y cayó al suelo. Sufrió fractura grave en la parte posterior de su rodilla.
VÍCTIMAS FATALES
Los perros sueltos en la vía pública también generaron más de una víctima fatal en nuestra ciudad. Una de ellas fue Mariano Falappa, quien perdió la vida en el año 2000. Tenía 19 años y circulaba por boulevard Centenario a bordo de un ciclomotor Zanella. Entre las calles Oroño y Sarmiento se le cruzó un perro y cayó golpeando la cabeza contra el cordón. Estuvo una semana internado en Rosario y luego falleció.
Otro testimonio desgarrador fue el de la familia Jurado sobre el trágico accidente que significó la pérdida de su madre. En aquel momento ella venía circulando con su motocicleta por Balcarce al 700 (entre las calles Sarmiento y España) cuando de manera imprevista se le cruzó un perro y cayó al pavimento golpeando con su cabeza. Tuvo fractura de cráneo que le produjo una muerte cerebral. “Pudo sobrevivir dos días porque fue lo que aguantó el corazón, no hubo nada para hacerle” recordaron sus hijos.
CONTUNDENTE DICTAMEN DEL COLEGIO DE ABOGADOS
Vale recordar que la delegación local del Colegio de Abogados, a cargo del Dr. Marcelo Bertoya, presentó al municipio en el año 2014 (a raíz de un pedido de éste último) un dictamen cuya contundencia no dejó lugar a dudas a raíz de la problemática de los perros sueltos en la calle.
Los profesionales examinaron minuciosamente las ordenanzas municipales N° 3344 de fecha 09-08-96 y N° 5499 de fecha 29-08-05, a las cuales consideraron que se las deberían modificar y/o ampliar por su atemporalidad y al mismo tiempo sugirieron (de manera no vinculante) algunas cuestiones que se deberían implementar.
Los profesionales consideraron apropiado que necesariamente se debe implementar, en un plazo breve, un registro de animales domésticos (a modo de ejemplo, animales caninos, felinos, etc. sin que esta nómina sea considerada taxativa) a fin de individualizar a su propietario, poseedor, tenedor, guardador y/o encargado de los mismos.
También sugirieron que dichos propietarios necesariamente deben ser mayores de edad (18 años) y consideraron apropiado que el municipio entregue al que registró al animal, una identificación a fin de facilitar su individualización en caso de ser necesario (ejemplo accidente en la vía pública, animal suelto vagando en la calle, etc.).
Por otra parte, estimaron importante que se abra un registro especial de animales considerados peligrosos, sea por su agresividad o por su porte (ejemplo perros de razas Rottweiler, Bull Dog, Doberman, Pitbull, Mastín Napolitano, Dogo Argentino, Filabrasilero, etc.) e inclusive que se amplíe el mismo y sea abarcativo de otros tipos de animales domésticos y no solos animales caninos.
Dichos animales sueltos en la vía pública, lugares abiertos, espacios de uso público y/o espacios privados de uso público (ejemplo Terminal de Omnibus) son potencialmente peligrosos para la comunidad en su totalidad (ejemplo en cuestiones de tránsito, mordeduras a transeúntes, equinos sueltos en las rutas y/o caminos, transmisión de enfermedades por dichos animales, etc.) entienden desde el Colegio de Abogados.
También consideraron importante que la Municipalidad, quien debe necesariamente ejercer el poder de policía, tome las precauciones y los recaudos necesarios para remover, recolectar o capturar de la vía pública a los animales sueltos, tengan dueño identificado, aparente o sin dueño, y remitirlos a un lugar especialmente adecuado para los mismos con el control sanitario correspondiente y a cargo exclusivo de la Municipalidad (ejemplo guardería de animales dependiente de la Municipalidad).
Además pusieron de resalto que, quien ejerce el poder de policía (en el caso la Municipalidad) es corresponsable solidario con el propietario, poseedor, tenedor, guardador o encargado, de cualquier daño de índole civil que el animal cause a terceros en la vía pública, lugares abiertos y espacios de uso público como así también es responsable directo por el daño ocasionado por animales considerados “vagabundos”.
La Municipalidad, en cuanto al ejercicio directo del poder de policía de la misma, deberá poner en aviso fehaciente al propietario, poseedor, tenedor, guardador o encargado en un plazo breve (ejemplo dos días) que el animal se encuentra depositado en el espacio creado por el municipio a tal fin, y que sea retirado previo pago de una «multa» y de «gastos de manutención» que deben fijarse a tal efecto (solamente pueden ser retirados por el propietario y/o quien adopte al animal, a quien se lo considerará a partir de dicho momento como propietario) explicaron desde la delegación local del Colegio de Abogados.
También hicieron hincapié que, quien cobija y/o alimenta a un animal sin dueño aparente, necesariamente debe ser responsable de dicho animal, y considerárselo propietario, poseedor, tenedor, guardador o encargado del mismo, y ser inscripto de oficio en el registro municipal como tal con las responsabilidades legales pertinentes a su cargo. En su caso necesariamente debe ser recogido o capturado por la Municipalidad y trasladárselo al lugar creado a tal fin. Y sugirieron que los animales de gran porte y/o considerados peligrosos, sean paseados con collar, correa y bozal y siempre por personas mayores de edad.
Desde las organizaciones no gubernamentales y también desde el propio municipio se sigue argumentando que los refugios no resuelven el problema y que la única solución pasa por la permanencia en el tiempo de un cronograma de castraciones y esterilizaciones gratuitas pero que, obviamente, sus resultados se reflejarán en la práctica de acá a un tiempo. Pero mientras tanto qué? Parecería que la sociedad cañadense está condenada a seguir sufriendo las consecuencias de esta problemática, como le ocurrió a esta mujer de 66 años hace algunas semanas.