Las empresas YPF y Shell, que representan el 75% del mercado local de combustibles en el segmento minorista, comenzaron a aplicar incrementos de hasta el 6% en naftas y gasoil, aumentos que comenzaron a regir a mitad de la mañana de ayer en la mayoría de las estaciones de servicio del país.
YPF, dueña del 55% del mercado de combustibles, lo que le da peso definitorio a la hora de definir precios en los surtidores, señaló que la suba obedece al incremento del precio internacional del crudo y al reacomodamiento de valores de los biocombustibles.
Según la compañía, la nafta súper cuesta ahora 22,66 pesos; la nafta premium o Infinia, 26,15; el diesel 19,99 y el diesel premium 23,18 pesos.
Sin bien estos valores son los de referencia en la ciudad de Buenos Aires, el incremento promedio es del 6% para todo el país aunque los precios en surtidor varían de acuerdo a las distintas regiones del país.
Desde la petrolera explicaron a Télam que un 4,5% del incremento se explica por el aumento internacional del crudo tipo Brent mientras que el otro 1,5% responde al alza que dispuso hace dos semanas el gobierno nacional para los biocombustibles.
En tanto, Shell anunció que hará lo propio en las estaciones propias con incrementos que oscilan entre el 4,7% y el 6%.
De esta manera, la segunda empresa de mayor peso en el mercado local de combustibles para el segmento minorista tendrá precios de 22,94 pesos (6%) para la nafta súper, 26,81 (5,6%) para la nafta premium o V-Power, 20,25 (4,7%) para el diesel, y 23,79 pesos para el diesel premium.
El 3 de noviembre todas las compañías decidieron bajar los precios de las naftas súper y premium, en márgenes del 1,2% al 1,3%, como reacción a la reducción en los costos de los biocombustibles anunciada en dicho momento por el gobierno nacional, pero el reacomodamiento al alza posterior explicó en parte el incremento de ayer.
Desde YPF, explicaron que antes de producir una modificación en los precios se evaluaron todas las variables de la estructura de costos del combustible, con la intención de reducir las continuas oscilaciones de precio a los consumidores.
Además del movimiento ascendente de los precios internacionales del crudo Brent también se hizo referencia al impacto que tuvo al reacomodamiento de los precios de biocombustibles en este caso motivada por un cambio de resoluciones por parte del Ministerio de Energía.
La ley de biocombustibles establece cupos obligatorios del 12% para las naftas y desde la petrolera estatal se destacó que se trata de «un mercado cerrado, constituido por un pequeño grupo de empresas subsidiadas por los consumidores, que pagan mayores precios en los combustibles, y por el Estado nacional a través de exenciones impositivas».
En ese sentido, explicaron que «la falta de competitividad del sector (de biocombustibles), según un informe del Ministerio de Agroindustria de septiembre, hizo que el precio del etanol base caña en la Argentina fue un 90% superior respecto de Brasil y un 53% superior cuando se toma en base maíz».
Además de los dos componentes del precio del crudo y de los biocombustibles, las petroleras comenzaron a tomar como referencia desde la desregulación del mercado registrada a partir del 1 de octubre el valor del dólar y la inflación.
Por su parte, desde el gobierno se impulsa en el marco de la reforma tributaria que analiza el Congreso nacional modificaciones a la carga impositiva de los combustibles que permita atemperar el impacto en los consumidores de eventuales fuertes oscilaciones de precios.
Las empresas que actualmente dominan el mercado nacional de combustibles son las petroleras YPF, con una participación en torno al 55% del total, seguido por Shell con el 21%, Axion con 12%, Pampa (ex Petrobrás) con 6%, Oil con un 4%, y el restante entre otras compañías menores.
El último incremento se había registrado el 23 de octubre cuando las compañías decidieron aumentos entre un 9% y un 12% para los precios del gasoil y las naftas súper y premium en todas las estaciones de servicio del país, el cuarto aumento del año y el primero desde que comenzó a regir, el 1 de octubre, el mercado libre de combustibles.
Fuente: La Capital