El pasado 25 de octubre, el equipo de maxibásquet de nuestra ciudad emprendió viaje hacia tierras serranas para un fin de semana a puro básquet.
Desde el inicio, los Chanchos sabían que les esperaba un arduo desafío: tres partidos en 72 horas contra tres equipos diferentes. Además, dos de estos equipos eran de primera de la tercera categoría de la liga cordobesa. Así como lo leen, los Chanchos enfrentaron a equipos con mucho entrenamiento, competencia y, algo que los porcinos jamás tendrán: juventud. Los rivales fueron Unión de Unquillo y el Club Atlético y Social Salsipuedes.
El primer partido fue contra los amigos de Santiago Manta, el único de los tres equipos que ya habían enfrentado y cuyo promedio de edad correspondía al maxibásquet. Fue un partido ameno entre veteranos donde tuvieron el placer de enfrentar al histórico Alejandro Olivares (selección argentina, básquet universitario, Atenas, Obras, Peñarol, entre otros). Los Chanchos lograron la victoria con un marcador de 82 a 57.
El sábado llegó el turno de enfrentar a Unión de Unquillo, un equipo de jóvenes (ver la imagen de Marcelo Passacantando, con 63 años, marcando a un joven de 18, fue increíble) con un pívot de experiencia. Fue un partido reñido en el primer tiempo, pero los Chanchos lo liquidaron en la segunda mitad. Resultado: victoria chancha por 98 a 63.
Finalmente, el domingo enfrentaron al equipo de Salsipuedes, de primera categoría, con cuatro jugadores de experiencia y el resto de sangre muy joven. El partido comenzó muy favorable para el equipo armstronense, que llegó a sacar 40 puntos de ventaja. Luego, el cansancio y algunas distracciones permitieron que el equipo cordobés se pusiera a solo cuatro puntos. Sin embargo, la experiencia chancha definió el partido con una victoria de 101 a 94.
En entrevista con Silvio «Suricata» Maurelli, comentó a nuestros medios: «Creo que fue nuestro mayor logro desde que se formó este grupo. Primero, por el desafío; segundo, porque jugamos todos; y, por último, porque lo hicimos sin dejar de disfrutar el hecho de conocer nuevos lugares, canchas y, sobre todo, excelentes personas. Gracias a estos tres equipos que acomodaron sus horarios y compromisos para recibirnos y atendernos como si nos conociéramos de toda la vida.»
**»Viejo es el viento… pero sigue soplando…»**
**La comitiva chancha y datos de color:*
* *Directores técnicos:*
– Rodolfo «El Celíaco» Lauro – Miguel Ángel «El Despierto» Bellino (Tanta la confianza en el equipo que contra unión de Unquillo se fueron a comer pastas mientras jugaban)
*Jugadores:*
– Fabricio «Chocolatito» Alfei (se dió el gusto de compartir cancha con su padre, que estaba de visita, hasta que el presi lo sacó bajo el lema «sin piedad»)
– Claudio «Marucha» Rovira (hizo un amague en la línea de tres y penetró. No lo hacía desde 1997 en cancha de Saira)
– Damián «El Androide» Castillo (jugo bien a pesar de que su tiro es más discontinuo que las dietas en el equipo)
– Diego «El Tranquilo» Robba (se dió el gusto de jugar y anotar, pese a que sus rodillas fueron vendidas en el mercado negro)
– Charlie «Moto Moto» Zacnun (demostró su tiro exterior gracias al Playón)
– Silvio «Suricata» Maurelli (metió un triple en cada partido, e hizo varios amagues de flequillo)
– Fernando «Calzas de Mujer» Rodríguez (goleador del torneo pese a usar calzas de mujer para jugar)
– Álvaro «El Observado» Civriatti (elegido m.v.p. del torneo)
– Roberto «El Psicólogo» Cartabia (volvió a las canchas. Se mostró fuerte. Más ansioso para tirar que personaje de película coreana)
– Martín «No Duerme Nadie» Celiz (fabricó un foul en ataque. No sé tiraba al piso desde 1997 en cancha de Saira. Mismo día que Pepe amagó.)
– Darío «No te da la Nafta» Rafaelle (demostró entender el partido yéndose a mirar tik tok cuando lo retaron)
– Marcelo «Sonido Onomatopéyico» Passacantando (superó el récord de onomatopeyas en un partido de básquet. Además encestó varios dobles contra jugadores a los cuales les llevaba 45 años)