Comenzó ayer en Serodino, y en junio seguirá en las distintas usinas que conforman el Ente Cultural Santafesino, las instancias del Primer Torneo Provincial de Bolitas Copa Dr. Ernesto Masters, un certamen destinado a jugadores de todas las edades y que rescata una tradición lúdica.
Comenzó ayer en Serodino, y en junio seguirá en las distintas usinas que conforman el Ente Cultural Santafesino, las instancias del Primer Torneo Provincial de Bolitas Copa Dr. Ernesto Masters, un certamen destinado a jugadores de todas las edades y que rescata una tradición lúdica.
La propuesta se extiende a más de 100 comunidades santafesinas y busca difundir no el juego tradicional, sino también la producción y la cultura del trabajo. Ayer arrancó en el parque de la Tradición en Serodino el primer paso con la instancia local, en busca de sus representantes hacia la etapa regional.
El campeonato, tendrá competencias locales en junio, regionales en julio y la final será en agosto en San Jorge, donde está la empresa Tinka, propulsora del encuentro junto al Ente Cultural Santafesino y a la diputada provincial Claudia Giaccone.
Quienes lleguen a la final, podrán conocer la fábrica Tinka, que además de ser pionera en la Argentina es la única en su tipo de Sudamérica y descubrir el proceso de elaboración.
Comprende cinco categorías: niños de 6 a 8 años; de 9 a 11 años; de 12 a 14 años; jóvenes y mayores de 15 a 39 años, y de 40 años en adelante. Para más datos sobre modalidad del juego, reglamento y glosario se puede consultarse la página del Ente www.enteculturalsantafesino.com.
Juego familiar
«Este juego que reúne a abuelos, padres e hijos es un esparcimiento sano, de muy bajo costo y sin agresiones, que aleja al niño de la calle y que además constituye un vehículo alternativo de socialización y complemento de la educación formal, favoreciendo el desarrollo de la inteligencia y el pensamiento lógico, estratégico y creativo», reconoció el titular del Ente Cultural Santafesino, Javier Donetti.
Giaccone dijo que «transitar los caminos santafesinos nos lleva a descubrir el potencial humano y productivo que también tiene que ver con la cultura del trabajo».
Adrián Ñañez, integra la familia del fundador de Bolitas Tinka, aseguró que «el juego no se termina nunca, pasa de generación en generación. En cualquier lugar donde vamos se sorprenden con lo que hacemos, ya que muchos piensan que ya no queda fábricas de bolitas en la Argentina».
Tinka tiene hoy 13 empleados que fabrican unas 2.200.000 bolitas por semana, alternando bolitas de juego con las de uso industrial. Se venden en el país, y Ñanez dijo que están tomando contacto con lugares como Santa Cruz de las Sierra, Bolivia, para exportar.
La Capital.Com.ar