— “No, tú eres bonita ahora, eres gentil, simpática y ayudas a las personas. Tienes que mejorar tu autoestima”.
Con este diálogo entre una amiga mía y su clienta, me surgió la duda: ¿’Qué es la belleza? ¿Qué es lo que verdaderamente define la belleza? ¿La apariencia externa, la edad, o las cualidades que uno expresa?
La escritora metafísica cristiana Mary Baker Eddy tuvo una comprensión muy profunda del verdadero significado de la vida y de la salud a los 45 años, en una época que la expectativa de vida de las mujeres era 42.
Si uno mira sus fotos a los 32, a los 60 y 80 años, uno se da cuenta cómo ella se volvió más linda y saludable con el pasar de los años. Por eso, ella lo habla con propiedad cuando dice: “Cada año que pasa desarrolla sabiduría, belleza y santidad”
¡Quiérete sin límites!
Esa idea de expresar más belleza cada año, le pareció perfecta a mi amiga que mencioné al principio, la que me contó acerca de la conversación que tuvo con su clienta. Pero también resolví contarle sobre el video que había visto de un estudio que Dove había desarrollado.
Ese video muestra a algunas mujeres que aceptaron participar de un grupo de investigación para un producto revolucionario desarrollado por Dove: un “adhesivo de belleza”.
Las mujeres tenían que usar ese adhesivo por dos semanas, registrar diariamente la reacción que sentían, y después volver a la oficina de Dove y relatar el efecto.
El primer día no sintieron muchos cambios, pero cada día mejoraban. Cuando llegaron a la oficina después de dos semanas, todas contaron que el producto era excelente, que ellas realmente habían sentido un cambio y estaban evidentemente más bonitas, más seguras de sí mismas, más alegres etc.
Quisieron saber más acerca del producto, de los ingredientes y seguramente iban a comprarlo, pero se quedaron positivamente sorprendidas y emocionadas, cuando supieron que el producto no tenía ninguna medicina, era solamente un “placebo”.
El efecto que ellas habían experimentado en esas dos semanas fue resultado únicamente del cambio de su pensamiento, no del producto revolucionario. El cuerpo no cambió, pero sí sus pensamientos y creencias, así que ellas empezaron a cuidarse mejor y lograron sentir autoconfianza y alegría, además de ver la belleza que ya tenían en sí mismas y no lo sabían. El video termina con la frase: “La belleza es un estado de la mente”.
Me pregunto cuántos hombres, mujeres, adolescentes y niños serían mucho más felices si dejaran de compararse con los demás y empezaran a buscar su propia belleza y su individualidad, esforzándose por desarrollar las buenas cualidades que tienen.
Con esa conciencia, con el esfuerzo de tener siempre pensamientos de amor, de armonía y de pureza, sin críticas a uno mismo o a los demás, varios problemas de salud mental, emocional y física son resueltos.
Algo que puedes hacer por ti mismo es buscar las cualidades que quieres expresar en tu vida diaria, además de estar feliz contigo mismo y con los demás, al observar solo lo bueno y lo bello en cada uno, individualmente, sin comparaciones.
Una frase que me inspira mucho dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Y cuando piensas que el Cristo es la manifestación de esa Mente divina en ti, sacas todo el peso de creer que tienes que hacer todo solo.
Tú lo puedes todo, por el Cristo que está en ti. Puedes incluso expresar más belleza: la belleza espiritual. ¿Por qué no lo intentas?
Leide Lessa/ Conferencista de la Ciencia Cristiana y escribe sobre salud y espiritualidad