– El empresario agropecuario Marcelo Vives (52) y el ingeniero Alejandro Montagna (57), paracaidistas argentinos
Marcelo Vives -oriundo de San Genaro- y Alejandro Montagna se lanzaron desde 12.500 metros de altura en caída libre, superando una marca vigente desde 2019. Enfrentaron temperaturas extremas y vientos cruzados en una hazaña sin precedentes.
En la madrugada del pasado jueves, los paracaidistas argentinos Alejandro Montagna y Marcelo Vives rompieron el récord mundial de salto nocturno en caída libre desde la estratósfera, al lanzarse desde una altitud de 12.500 metros (aproximadamente 41.010 pies) sobre el aeródromo WTS, cercano a Memphis, Tennessee, Estados Unidos. La proeza superó la marca establecida en 2019 por el estadounidense Andy Stumpf, quien saltó desde 10.973 metros.
El salto se realizó tras un año de preparación intensiva y con una inversión considerable en equipos y logística. Montagna, con más de 4.500 saltos a sus espaldas, describió la experiencia como “muy intensa, el frío, la velocidad, la máscara de oxígeno, el tiempo de caída libre”. Ambos paracaidistas estuvieron acompañados por el experimentado estadounidense Tylor Flurry, quien les ayudó a identificar la zona de aterrizaje desde la altura, a pesar de la confusa visibilidad nocturna.
El salto no estuvo exento de desafíos. Durante el descenso, Marcelo Vives sufrió la pérdida de sus cubre guantes debido a la velocidad y el frío extremo (-60°C con sensación térmica de -100°C), lo que casi le impide maniobrar al aterrizar. “Llegó con los dedos casi congelados, pero nada grave”, comentó Montagna, quien también destacó las dificultades que Vives enfrentó para evitar aterrizar en una zona boscosa. Por apenas cinco metros, logró evitar los árboles.
La travesía fue monitoreada por el juez de la Federación Internacional de Aviación, Scott Callantine, quien revisó los dispositivos GPS sellados que certificaron la altitud del salto, a la espera de la homologación oficial del récord.
El equipo llevó a cabo el salto en plena madrugada, único momento autorizado por la aviación civil de Estados Unidos, ya que los vuelos comerciales no operan a esa altitud. Durante todo el proceso, se tomaron medidas de seguridad rigurosas, incluyendo la respiración de oxígeno puro para evitar problemas de salud graves como la embolia por nitrógeno.
El logro del bonaerense Montagna y el sangenarino Vives no solo es un hito para el paracaidismo argentino, sino también para el deporte extremo mundial. Sin embargo, Montagna fue cauteloso al hablar de futuras aventuras. “En los deportes extremos, tenés que tener muy claro tus límites”, afirmó, dejando abierta la posibilidad de nuevos desafíos si logran minimizar los riesgos.
Este nuevo récord mundial pone a los argentinos en lo más alto del paracaidismo extremo, un deporte que exige no solo habilidades físicas, sino también una preparación meticulosa y una planificación precisa.