Desde hace mucho tiempo escuchamos que el arraigo tiene que estar entre los temas a tratar por los diferentes niveles del estado.
Aunque pareciera que hablamos de un tema estrictamente demográfico, la solución viene de la mano a oportunidades de desarrollo para los jóvenes en sus propios lugares de origen.
Así es que hace ya cuatro años Miguel Solís, como Diputado de la provincia, impulsa un programa inédito de becas en Santa Fe. Se trata del programa BECAS JUAN B. JUSTO que apoya a estudiantes que siguen carreras terciarias en institutos de la región.
Cuando se lanzó el mismo la demanda de cobertura fue inédita, cientos de estudiantes acudieron de manera espontánea a inscribirse. La cantidad de solicitudes fue tal que al poco tiempo de instaurado el programa el equipo de asesores de Solís desarrolló un software que en base a las variables socioeconómicas del solicitante emite un ranking, que es uno de los datos que entran en consideración a los fines del eventual otorgamiento del beneficio al postulante.
Son más de 350 estudiantes del Departamento Belgrano que se ven beneficiados con los fondos del legislador que tienen un doble propósito, permitir el acceso a más jóvenes al título profesional y que se formen sin necesidad de emigrar a las grandes ciudades. Es dable destacar que estos fondos están totalmente bancarizados, haciendo de la transparencia un eje fundamental del sistema.
El resultado inmediato, jóvenes profesionales arraigados a sus lugares de nacimiento. Nuestra provincia no puede seguir el modelo de desarrollo demográfico del país, los grandes centros urbanos no pueden seguir recibiendo migraciones internas sin ningún tipo de planificación. Solís entendió este problema y supo desarrollar una manera, modesta pero eficiente de abordar la solución, el incentivo al acceso a la educación profesional en el propio territorio.