
Al finalizar la sesión del pasado martes, la concejala Luz Marina Fischer encendió una luz de alarma en la comunidad de Armstrong. Su inquietud central: Incumplimiento de la ordenanza del «Buzón de la Vida», una herramienta vital para las denuncias anónimas. La edil no solo lamentó la falta de apertura regular del buzón en los últimos cinco años, sino que también señaló la reciente remoción de uno de ellos, lo que genera serias dudas sobre la eficacia de un sistema clave en la lucha contra el narcotráfico.
Un Canal de Denuncias Anónimas en el Olvido: Ciudadanos sin Vías Seguras para Informar sobre el Narcotráfico
La concejala Fischer fue contundente al expresar su desazón. «Hace cinco años que no se abre el Buzón de la Vida, excepto una sola vez hace dos años, pero nunca más», afirmó, destacando la inoperatividad de esta herramienta diseñada para la protección de la ciudadanía. Durante tres años, Fischer ha insistido al municipio sobre la necesidad de reactivar este mecanismo, enfatizando que es «la única herramienta que tenemos los ciudadanos para hacer denuncias de forma anónima» y, crucialmente, «segura».
La ordenanza vigente, que la concejala recordó, estipula la existencia de dos buzones: uno fijo y uno itinerante, ubicados en «lugares estratégicos donde la gente se sienta segura para ir a dejar» sus denuncias. La mecánica es sencilla: plasmar en un papel «aquello que vio, aquello que sabe, si es testigo de algo», especialmente «denuncias que tienen que ver con la venta de drogas».
El protocolo es claro: el buzón debería abrirse «durante todo el año», entre el 1 y el 10 de cada mes, con la presencia del intendente y el presidente de la institución donde se encuentre. Tras el recuento de los sobres, estos deben ser «enviados a los tribunales federales de Rosario donde ahí se inicia una investigación».
Sin embargo, la realidad es otra. «La ordenanza del Buzón de la Vida no se está cumpliendo en nada», sentenció Fischer. Esta falta de cumplimiento tiene consecuencias graves, ya que, si se han depositado denuncias, «hace años que están ahí en un buzón que no, que no sabemos qué pasó con esas denuncias».
De la Promesa a la Inacción: La Degradación de una Herramienta Preventiva
Fischer rememoró que el primer buzón se instaló en 2012 y funcionó «medianamente bien» durante ocho años, hasta la pandemia. Esto demuestra que el sistema, con sus adecuaciones, puede ser efectivo. «Tenemos que tener una herramienta segura, fiable», subrayó, insistiendo en la necesidad de un buzón donde el ciudadano «sepa que va a ir a dejar una denuncia y que esa denuncia no va a quedar en el municipio, sino que va a ser enviada a los tribunales federales de Rosario, y que se va a abrir una investigación para que ese flagelo de una vez por todas desaparezca de nuestra ciudad».
La concejala también hizo hincapié en la desaparición de uno de los buzones que, hasta hace poco, se encontraba en «promoción comunitaria o en la misma municipalidad, con una cámara arriba». La inexplicable decisión de «dejar de implementar» esta herramienta efectiva, sumada a la falta de otros canales seguros, deja a los ciudadanos desprotegidos.
«Esto tiene que ver con la prevención del narcotráfico», enfatizó Fischer. «Es un flagelo que golpea a nuestras familias, que golpea a nuestros adolescentes, y que si nosotros no tenemos una herramienta segura para hacer denuncias anónimas, seguimos tapando el sol con un dedo. Tenemos que ser parte y empezar a hacer un trabajo», urgió.
La concejala, quien recibe «muchos comentarios y muchas quejas de la gente» y «mucha, mucha información» directamente de los vecinos, destacó la necesidad de modernizar el sistema y adecuarse a las necesidades actuales. «Hicimos varias reformas que se aprobaron y están vigentes que son estas que mencioné. Antes había un solo buzón y ahora hay dos, uno tiene que ser itinerante», explicó, evidenciando un esfuerzo legislativo que, lamentablemente, no se traduce en la práctica. La inacción respecto al Buzón de la Vida deja a los ciudadanos sin un canal crucial para la seguridad y la lucha contra el narcotráfico. «No se está cumpliendo en nada, por eso me preocupa», concluyó Fischer, haciendo un llamado a las autoridades para que se retome la funcionalidad de esta indispensable herramienta.



