El presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe y actual presidente del Partido Socialista a nivel nacional, Antonio Bonfatti, fue una de las autoridades que visitó el Campamento de las Juventudes Socialistas. En diálogo exclusivo con El Informe, analizó la actualidad del Frente Progresista y la coyuntura nacional.
FUENTE: PERIODICO EL INFORME DE LA CIUDAD (CAÑADA DE GOMEZ)
Además de reunirse con los cientos de jóvenes desde distintas localidades de la provincia que se dieron cita en el Campamento, el ex gobernador santafesino se entrevistó con la Comisión Directiva del Club Atlético Newell’s Old Boys para interiorizarse sobre el presente del club y sus proyectos previstos de cara al centenario que se conmemora el año próximo y habló con El Informe:
¿Qué le genera la participación de tantos jóvenes en una actividad atípica como ésta?
A.B.: No es atípica para los jóvenes del socialismo. Precisamente hace casi tres semanas hubo una reunión de la juventud de la Región Centro en Paraná, también este mismo fin de semana se desarrolló un reunión en Tucumán y próximamente en otras regiones del país. Para nosotros es importante que la juventud se reúna, comparta, discuta cuestiones de la vida cotidiana, el presente, el futuro, que conserve sus ideales, que luche para transformar la realidad y este es siempre el mensaje que queremos dar.
¿Esto habla también de la organización del Partido?
A.B.: Obviamente. Tiene todos sus cuerpos orgánicos en funcionamiento. Usted sabe que la máxima autoridad del Partido es el Congreso y, a partir del mismo, se eligen las autoridades cada dos años. Además el Partido tiene su Mesa Ejecutiva, Comité Directivo, Secretarías y Federaciones Nacionales.
Y como máxima autoridad del Partido está recorriendo todo el país…
A.B.: Estamos recorriendo el país pretendiendo que los socialistas no perdamos nuestra identidad y nuestros ideales que dieron origen a un Partido que precisamente ha cumplido 120 años. Hoy más que nunca están vigentes los principios que dieron origen al Partido Socialista: la lucha por la igualdad, la solidaridad, la libertad y la justicia en un mundo donde hay tanta inequidad, primando que 256 familias tengan la misma riqueza que el 46% de la comunidad más pobre. Quiere decir que es muy injusto y explica tantas cosas que suceden todos los días como guerras, migraciones y el sufrimiento de tantos pueblos. Cuando podría vivir todo el mundo mucho mejor si comprendiéramos y pensáramos más en el otro.
¿Pero es posible consolidar este espacio de centroizquierda a nivel nacional?
A.B.: Es necesario crecer. El espacio está y hay que ocuparlo. Indudablemente venimos de un tiempo donde se pretendió ocupar un espacio desde un discurso y en la práctica todas las cosas siguieron prácticamente igual. No cambió la matriz productiva, la matriz tributaria, lo que fue y sigue siendo la patria financiera donde es más redituable poner plata en un banco que trabajar y producir. Estas son las contradicciones. No hubo mucho más allá que una etapa importante de los commodities con precios exorbitantes que generaron superávit fiscal y permitió una redistribución por un tiempo y momento de parte de esa renta pero no se discutió cambiar las matrices. Cayeron luego los precios de los commodities y todo volvió a ser lo mismo: desocupación e inflación. Son las cosas que de una vez por todas debemos corregir en este país. En la Argentina debe haber lugar para todos, no le quepa la menor duda.
O sea que bajo las banderas del progresismo, se instaló un relato…
A.B.: Bajo las banderas del progresismo, no se cambió la matriz. Fíjese que ni siquiera la energética. Los más ricos fueron más ricos y los pobres fueron más pobres. No se puede permitir este país desde el discurso del progresismo tener el 34% de personas trabajando en negro o el 29% de la población siendo pobre cuando se fue la ex presidenta en diciembre. Y ahora se sigue incrementando esta situación. Creemos que podemos salir de esto con otra política.
¿Y qué análisis hace de la coyuntura actual?
A.B.: Es un momento complejo. No negamos la herencia que tuvo este gobierno pero la misma se va profundizando. Ustedes lo deben saber en Cañada de Gómez: a una ciudad productiva por excelencia respecto al mueble, le llegan muebles importados y línea blanca importada, además de pollos, cerdos, calzado y vestimenta. Y encima si a esto le sumamos el tarifazo y la posibilidad de que el extranjero pueda adquirir tierras… me parece que estamos transitando un camino que ya conocemos con experiencias que no es bueno volver a recorrer.
¿La intención es trasladar la experiencia de un Frente Progresista en Rosario y Santa Fe?
A.B.: Obviamente, a lo mejor los actores no son exactamente los mismos. En primer lugar uno pretende formular un proyecto para involucrar a la mayor cantidad de argentinos posibles. Lamentablemente en este país se elige el camino inverso. Se elige una figura o una persona y todos se encolumnan atrás de la misma. Pero con esa única persona no es lo que se construye en definitiva una política con espacios donde todo el mundo pueda opinar y debatir para pensar en un país con políticas de Estado a largo plazo.
¿Por eso hacen tanto énfasis en un Plan Estratégico?
A.B.: Es que el Plan Estratégico es una política de Estado. Hay que ponerse de acuerdo entre los pueblos para decidir a dónde se camina. Este es el gran desafío, que la gente participe y opine. Para nosotros esto es sustancial. Y cuando en determinado momento cambia el gobierno, los proyectos deben seguir adelante porque los mismos se han consensuado acerca de la economía para el desarrollo, acerca de cómo incluir a la mayor cantidad de santafesinos, acerca de cómo integrarnos como provincia, la cual es tan disímil de norte a sur.
¿Y de su paso por la gobernación, qué destaca como logros importantes?
A.B.: Fundamentalmente todos los avances que hicimos en materia de salud y educación para garantizar derechos, el diálogo con el sector productivo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología y el aspecto cultural donde cada santafesino puede ser protagonista. Obviamente buscando la convivencia en una sociedad fragmentada donde prima el individualismo, pero hicimos primar nuestros valores. Hacemos de la honestidad una bandera desde los orígenes de nuestro Partido cuando decía Juan B. Justo “manos limpias y uñas cortas”. Y nuestro mayor desvelo es ser fiel a ese designio que nos dejó Juan B. Justo. Nací como militante luchando para transformar la realidad y allí me van a encontrar, el lugar donde mis compañeros piensen que puedo ser útil en el Frente, pero nunca anteponiendo un nombre a un cargo y por encima de un proyecto…jamás.