Las ventas del sector se reducirán en 2018 entre un 30 y un 40 por ciento, producto de la suba en las tasas.
«Estamos manejando números de caída de ventas de entre un 30 por ciento y un 40 por ciento para este año, que arrancó no tan mal pero se fue complicando, primero por la falta de crédito para vender las máquinas y, después, por esta suba de tasas de interés, que suma una presión muy difícil», explicó el presidente de Cámara de Fabricantes de Maquinaría Agrícola (Cafma), Raúl Crucianelli.
Además, en una entrevista, el dirigente empresario remarcó que los fabricantes se mantenían «en diálogo permanentemente con el ministro de Producción, Dante Sica, para ver cómo podemos mejorar esta situación entre todos».
«El ministro nos dice que el país está pasando por un problema financiero que excede al sector y hay una transformación y que tenemos que poner el hombro. La maquinaria agrícola no escapa a lo que le pasa a la Argentina, pero nos escucha, y eso lo valoramos mucho», señaló.
Además, apuntó que «el primer problema que tuvimos es que se terminaron las líneas de créditos con subsidios en mayo y junio para comprar maquinaria, y nosotros vendemos el 70 por ciento del total de nuestras ventas con financiamiento».
El empresario, propietario de Crucianelli Sembradoras en la localidad santafesina de Armstrong, señaló que «hoy algunas empresas están aportando financiamiento para que los productores puedan comprar, pero a plazos de pocos meses, y con estas tasas de interés, no es algo que se pueda sostener mucho tiempo».
Respecto al futuro del sector, Crucianelli dijo ser «optimista». «Trato de ver el vaso medio lleno, pero vamos a tener que esperar que lleguen las nuevas cosechas y bajen las tasas, eso nos da unos 3 o 4 meses por delante muy difíciles», señaló.
Asimismo, agregó que «para muchas empresas del interior llegar a marzo o abril es una eternidad porque hace meses no venden nada».
Respecto a la situación de los puestos de trabajo del sector, Crucianelli señaló que «pese a que hay varias empresas comprometidas, la lógica del sector es la de aguantar y no despedir gente».
De las cerca de 120 empresas que componen la cámara hay alrededor de 30 en negociaciones para iniciar el Proceso Preventivo de Crisis y pedidos para que mediante Programa de Recuperación Productiva (Repro) la situación se haga más llevadera.
Fuente: La Capital (Rosario)