“A pesar de todo irás adelante.
¡La fe en el camino será tu constante!
A pesar de todo, dejándola abierta,
verás que se cuela el sol por tu puerta.
No hay mejor motivo, si encuentras el modo,
de sentirte vivo… ¡A pesar de todo!”
Esta es una de las estrofas de la inspirada canción de Eladia Blázquez, y me lleva a pensar qué importante y trascendente es mantenerse erguido ante las pruebas, ante el dolor o quizás ante el fracaso.
Hay momentos en la experiencia personal donde el panorama persiste en ser oscuro y sin esperanza, pero una fuerza interior nos anima a permanecer quietos y a la vez expectantes en busca de algún auxilio, una ayuda y sostén más que nada interior.
Si hay dolor, esa búsqueda es urgente y más necesaria y la respuesta la encontramos sin duda, si no desesperamos.
Mary Baker Eddy, que exploró sistemas de salud como la homeopatía, alopatía, hidropatía y regímenes alimenticios, llegó a la conclusión de que el temor es la raíz de toda enfermedad, y que hay que expulsarlo para hacer lugar a la salud.
Pensar diferente indica no aceptar que la enfermedad sea real y el estado normal del ser. Ponerse del lado de la salud y no del malestar puede llegar a ser el principal desafío.
El licenciado en Psicología y Diplomado en BioNeuroEmoción, Dr. Enric Corbera, coincide con esta misma corriente al decir que: “para tratar los síntomas primero hay que curar la mente”. El agrega: “Cuando liberas tu rabia y tu ira, el cuerpo se sana”. El investigador hace referencia además, a un método que la Universidad Nacional de Rosario incorporó a partir del 2014, como materia electiva en la Facultad de Ciencias Médicas.
Si el pensamiento manifiesta elementos nocivos tales como el enojo, crítica destructiva, resentimiento, lo primero es disponerse a desalojar esos intrusos mentales y tóxicos, para dar lugar a la armonía y la salud.
La enfermedad que se evidencia en el cuerpo, así como la crisis en un país puede ser sinónimo de oportunidad.
¿Y qué clase de oportunidad?, la de probar tu fortaleza, tu valor y también tu capacidad para perdonar.
Estas cualidades señalan que estás preparado para sanar tanto física como mentalmente.
Tres aspectos que ayudan a ponerte del lado de la salud y no de la enfermedad:
.No te alarmes. Esta es tu oportunidad para tener expectativas de curación.
.No temas. Porque al llenarte de buenos pensamientos te alimentas del Amor que está disponible para ti.
.No te desalientes. La esperanza te acompaña siempre. Acéptala!
Cuando despiertas a esta realidad, descubres que el dolor quedó superado y ya no cargas con esa pesada mochila ni con la angustia deprimente.
Muchas son las personas que lo están comprobando, a través de un sistema de curación espiritual acompañado de la oración y del cambio mental que se efectúa en ellas, pudiendo sanar de diversos cuadros como múltiples alergias, problemas cardíacos, artrosis, cáncer, ACV, infertilidad, depresión, entre otros.
El Amor divino siempre está ahí para sanarte y superar el dolor, porque comprenderás que estar sano es tu estado verdadero.
Al elevarte espiritualmente escucharás la voz de Dios, para consolarte y protegerte en este preciso momento.
Progresar y espiritualizar el pensamiento, “a pesar de todo”, es tu oportunidad para hoy. Compruébalo!
Elizabeth es Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana en Argentina y columnista en medios de Buenos Aires y otras Provincias.
Contacto: Argentina@compub.org
Twitter: @elisantangelo1