Hasta ahora, solo dos de las cuatro entidades confirmaron su presencia en la primera asamblea organizada por autoconvocados para el sábado próximo: Jorge Chemes y Gabriel de Raedemaeker, presidente y vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y Nicolás Pino, titular de Sociedad Rural Argentina (SRA)
En un clima enrarecido y con críticas hacia la dirigencia del campo por haber avalado las nuevas restricciones a las exportaciones de carne vacuna, los productores autoconvocados avanzan en la organización de la primera asamblea del año, en el cruce de las rutas 9 y 178, en la localidad santafesina de Armstrong.
Bajo el lema “Encuentro Nacional de Productores de Alimentos” y a pesar del malestar de las bases, los organizadores bregan por la presencia de la Mesa de Enlace, pues le daría a la convocatoria una connotación y un peso político distinto.
En el encuentro, discutirán “el camino a seguir ante las amenazas que las medidas del Gobierno plantean a la actividad agropecuaria”. Asimismo, reclamarán reglas claras en cuanto a los derechos de exportación, la apertura de las exportaciones de carne y cereales y, la eliminación de la brecha cambiaria.
En este contexto, la Mesa de Enlace se muestra aun indefinida si irá como tal o si algunas de las entidades asistirán de manera individual. Luego de una reunión virtual de ayer, en donde participaron los cuatro presidentes de las diferentes gremiales del campo, solo dos de ellas han confirmado su presencia.
Jorge Chemes y Gabriel De Raedemaeker, presidente y vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Nicolás Pino, presidente de Sociedad Rural Argentina (SRA), dijeron que estarán a las 9.30 del sábado próximo en Amstrong. Hoy se reunirá la mesa directiva de la Rural para avalar la participación del presidente de esa entidad. Lo mismo se hará en CRA.
En diálogo con LA NACION, De Raedemaeker señaló que entiende el malhumor y malestar de los productores con la dirigencia del campo, que los ve como “tibios frente al Gobierno”.
“Hay que hacer un mea culpa, es falta de estrategia comunicacional de las gremiales. Los dirigentes del campo no hemos sido capaces de comunicar bien las cosas, sino que lo hemos hecho tremendamente mal. Porque cada vez que salíamos de una reunión con el Gobierno, decíamos que se logró algo dentro de lo que se podía hacer, y eso está mal”, remarcó.
“Por diplomacia y por la posición que uno tiene como dirigente gremial, nos dirigíamos de una manera educada a la sociedad, sin realmente transmitir y mostrar el verdadero estado de ánimo que teníamos, nuestra bronca y todo lo que se había peleado en ese encuentro, donde siempre dejábamos planteadas las diferencias con el Gobierno. Por esto, algunos pueden interpretar, y lo vale, que estamos en una posición de tibieza pero nada más lejano. Jamás vamos a avalar medidas de restricciones y de regulaciones contra nuestro sector. Va en contra de nuestras convicciones”, añadió.
Sin justificar el accionar, el dirigente señaló que uno debería poder dar rienda suelta a sus sentimientos, a sus impulsos y manifestar los momentos de tensión que se vive en una reunión con funcionarios pero dijo que “también hay una sociedad que escucha, que tiene que ver al campo de otra manera y que si uno se muestra como un energúmeno, la gente se espanta”.
“En un asamblea entre pares, como es la de Amstrong, uno puede transmitir un discurso más visceral, además que es un ida y vuelta con los productores, que frente a frente nos pueden decir lo que piensan y sienten”, dijo.
Por otro lado, indicó que hubo una habilidad del Gobierno de “tergiversar los hechos”, hablando “de un acompañamiento que jamás existió”. “Nunca vamos a acompañar incrementos tributarios ni retenciones ni restricciones, son principios indeclinables. Además, no tendríamos forma de justificarnos frente a nuestros representados”, sostuvo.
La bronca de las bases se acrecentó cuando desde la Subsecretaría de Ganadería del Ministerio de Agricultura comunicaron que el nuevo esquema de exportación había sido consensuado con las entidades del campo.
Sin quitar la responsabilidad de los técnicos de la Mesa de Enlace, dijo que la actitud del Gobierno, en manos del ministro Julián Domínguez, “fue habilidosa y tramposa cuando se les hizo firmar esa minuta, donde estaban los detalles de la resolución que se publicó posteriormente”.
“El ministro (por Domínguez) tiene la capacidad de venderse como la opción menos mala de un gobierno que se sabe intervencionista, se muestra como el funcionario dialoguista, que es con el único que se va a obtener logros importantes para el sector, pero solo son cambios de nombres y eufemismos de palabras para no hablar ni de ROE’s ni de cepos. Que el Gobierno no busque un acompañamiento de nosotros en medidas que atenten nuestro sector porque no lo va a tener”, puntualizó.
Por último, contó que hubo una reunión en su entidad para aclarar cuáles eran las funciones y las responsabilidades de cada integrante de CRA, luego de que conociera un encuentro de Matías Lestani, el responsable del Departamento Económico con Domínguez.
Ideas
Para Pino, la asamblea será un momento para escuchar a los productores, además dijo estar convencido que se buscó la mejor solución, dentro de lo que se podía. “Si bien no estoy contento con la resolución, estoy tranquilo que como dirigente hice lo mejor posible para el sector agropecuario. Voy al encuentro a nutrirme de las ideas de los productores que nos invitaron. No debería haber malestar con nosotros sino con el Gobierno”, señaló.
Por otro lado, resta por resolver que harán Carlos Achetoni de Federación Agraria Argentina (FAA) y Carlos Iannizzotto, titular de Coninagro, que aún no definieron si van a formar parte de la comitiva.
“Estoy definiendo el tema de asistir a la asamblea. Estamos complicados con el tema del Covid, algunos dirigentes contagiados y otros aislados por contacto estrecho, en mi caso estoy viendo la posibilidad para poder asistir”, dijo Achetoni.
En un fuerte comunicado, la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) remarcó que “una vez más le toca a la pobre vaca pagar la descontrolada emisión monetaria para hacer frente al inconmensurable gasto público, donde los perdedores son todos los argentinos, ya que este tipo de medidas como las que vivimos en el pasado, lejos de hacer bajar el precio de la carne tienen una tendencia alcista por falta de producción y oferta”.
Asimismo, consideró que “este tipo de medidas intervencionistas y restrictivas atentan contra la producción, generando así caídas importantes en los stocks vacunos argentinos y generando por consiguiente considerables pérdidas de puestos de trabajo en toda la cadena, caída en la inversión directa y pérdida total de confianza por parte de nuestros clientes internacionales” y pidieron que “los lineamientos sean otros, donde las señales apunten al camino de la producción y del trabajo, decantando en un mensaje positivo para las generaciones venideras”.
Asimismo, Carbap se manifestó en contra del esquema planteado por el Gobierno “que niega la posibilidad hasta diciembre de 2023 de exportar los siete cortes vacunos, impide exportar a vacas de categoría C y vuelve a implementar las DJEC, una versión renovada de los recordados ROE’s Rojos”.
“Solo con políticas que amplíen el stock ganadero y que incentiven la inversión para aumentar la oferta se va garantizar la ‘mesa de los argentinos’ y generar un volumen importante de exportaciones que mejoren los ingresos de divisas por el comercio exterior. Pero el Gobierno sigue empecinado en las mismas recetas, mismos argumentos, mismas acciones, mismos actores, mismas consecuencias y lógicamente mismos resultados. Allá vamos”, apuntó.
Fuente: La nación.com