«Nos encontramos trabajando sin descanso para que este prototipo llegue a convertirse en un Ventilador Mecánico homologado seguro y confiable», dicen los desarrolladores.
Jeremías Butto y Carlos Moriconi -integrantes del grupo de trabajo- cuentan la historia del BOBY-LR-01, ventilador mecánico desarrollado en la ciudad de Las Rosas:
«Esta historia comienza cuando el Ing. Jeremías G. Butto nacido y criado a la ciudad e Las Rosas Santa Fe, se queda varado en la ciudad de Rosario sin poder regresar a su residencia actual en la ciudad de San Carlos de Bariloche por la implementación del estado de cuarentena en todo el territorio nacional.»
«Decide volverse a su ciudad natal, convoca a su amigo el Intendente Javier Meyer para analizar las estadísticas de la pandemia a nivel global y realizan un análisis del grado de criticidad de las instalaciones del SAMCO local ante un estallido de casos de COVID19 similares a los ocurridos en Italia y España. Luego de concluir que una de las grandes falencias eran la falta de Ventiladores mecánicos, elemento indispensable en el tratamiento de pacientes graves SARS-COV-2, se decide avanzar en una tendencia que tecnólogos, makers empresas y gobiernos están llevando a cabo en todo el mundo: avanzar en el desarrollo de un ventilador mecánico para asistencia respiratoria.»
«Para esto Jeremías y Javier convocan a todos los dueños de las principales industrias de la ciudad, luego de dos horas de debate deciden embarcarse en el desarrollo de un Ventilador mecánico que tenga como objetivos principales, cumplir con los estándares médicos y ensamblarse en grandes cantidades a un bajo costo.»
«A partir de este momento y con la colaboración desinteresada de muchos vecinos de la ciudad nos embarcamos en el desarrollo de un primer prototipo que nos demandó ocho días de trabajo 24/7. Luego de la visita de varios médicos de la zona logramos tener un dispositivo que era capaz de ingresar y extraer aire/oxígeno de un pulmón artificial pero sin demasiadas precisiones respecto a la funcionalidad médica del aparato.»
«El día 4 de Abril Jeremías, Gastón y Carlos se dirigen la Asociación Rosarina de Anestesiología para conectar nuestro proyecto de respirador artificial (aquella versión era bastante fea estéticamente) por primera vez a un simulador que permitía simular determinadas patologías que ocurren en pacientes. Para sorpresa de los
médicos presentes aquel bicho feo traído del interior de la provincia era capaz de superar airoso todas las pruebas que el simulador le imponía.»
«Volvimos a nuestra localidad (con el corazón saltando de alegría), nos reunimos nuevamente con el Intendente y los industriales y concluimos que lo que comenzó como una idea loca de un Ingeniero (bastante loco) y acompañado por unos trasnochados, podría ser algo serio, sólido y de utilidad para los médicos de terapia intensiva en el estado de pandemia.»
«Nuestro prototipo si bien había pasado la primera prueba, además de feo, tenía una interfaz de usuario muy rudimentaria (tan rudimentaria y poco amigable que Gastón decidió llamarlo Boby), no contaba con alarmas ni con sistemas de seguridad. Por lo que decidimos avanzar en laconstrucción de un segundo prototipo (así nació el BOBY-LR-01) con interfaz de usuario táctil, con sistema de seguridad auxiliar y con alarmas, tal como vienen configurados los equipos comerciales.»
«El 18 de abril llevamos a BOBY-LR-01 a una segunda prueba al ARA esta vez supervisada por los responsables de las UTI de los principales hospitales de Rosario, luego de 6 horas de pruebas y debate, los médicos llegaron a la conclusión que el segundo prototipo cumplía con los lineamientos emitidos por la SATI (Sociedad Argentina de Terapia Intensiva), y que con algunos ajustes menores podría encaminarse hacia una prueba final en Buenos Aires fundamental para lograr la homologación del equipo ante ANMAT.»
«El norte elegido es el correcto pero aún queda un largo camino por recorrer, Jeremías, los industriales de la ciudad, el Intendente, los vecinos de la localidad, el ARA, los médicos de las UTI de Rosario, funcionarios provinciales, nacionales, Emtech y otras empresas del país nos encontramos trabajando sin descanso para que este prototipo llegue a convertirse en un Ventilador Mecánico homologado seguro y confiable.»
«La principal fortaleza de este prototipo se basa en que su fabricación es viable en escala y al contar con elementos industriales de alta calidad, adaptados al uso medicinal lo transforman en un equipo simple, económico y de sólido por funcionamiento.»
«Los saludamos a todos y les pedimos que nos sigan acompañando en este gran desafío. Cuídense y a quedarse en casa.»
Jeremías Butto-Gerente del Proyecto
Carlos Moriconi-Relaciones Institucionales