En Cañada de Gómez se programaron actividades para recordar el Día Nacional por la Verdad y la Justicia, a 40 años del golpe cívico-militar y 33 de la recuperación de la democracia. Los actos oficiales hoy a las 10, en la plaza de la Vida.
En Cañada de Gómez se programaron actividades para recordar el Día Nacional por la Verdad y la Justicia, a 40 años del golpe cívico-militar y 33 de la recuperación de la democracia. Los actos oficiales comenzarán hoy a las 10, en la plaza de la Vida, Balcarce al 800, frente a plaza San Martín.
La Asociación de Derechos Humanos de Cañada programó además la presentación del libro «Titiriteros y dignidad a 40 años del golpe de Estado», de Carlos Del Frade, a las 20, en la Biblioteca Rivadavia. Para el 13 de abril a las 20 y en la misma sede se organizó la presentación del libro «El viento sigue soplando», de Marianela Scocco, que cuenta la historia de las madres de plaza 25 de Mayo de Rosario. El 27 de ese mes, a las 20, también en la Biblioteca Rivadavia, Daniel Romano dará una charla-debate sobre el modelo agroindustrial y agroexportador, «Una mirada socioambiental y los derechos humanos».
La Asociación de Derechos Humanos de Cañada se reúne en el mismo lugar cada 24 de marzo desde hace 19 años. Allí se fundó, en 2002, la Plaza de la Vida. «Además del pasado de memoria, verdad y justicia también tomamos posturas con hechos de la actualidad, trabajamos sobre medio ambiente, la violencia que genera el Estado desde las fuerzas de seguridad, actividades culturales, compartimos en estos años mucho material a las escuelas, recibimos visitas de referentes militantes de derechos humanos de relevancia provincial y nacional», contó Rubén Moreno, integrante de la organización.
«En cada acto participan partidos políticos, entidades intermedias, se lee nuestro documento sobre un análisis anual de la problemática social y se abre el micrófono a los presentes que se puede expresar con total libertad. Es una de las pocas plazas del país que recuerda a las víctimas del terrorismo de Estado entre 1976 y 1983. Allí hay tres robles que representan a las víctimas de la ciudad y a los 30 mil desaparecidos, un monolito, una mano hecha por artistas locales que representa a las madres e hijos nacidos en cautiverio en los campos de concentración y juegos infantiles», reseñó Moreno.
Fuente: La Capital.