Santafesinas y santafesinos, los molesto para que tengan en cuenta lo que venimos diciendo y haciendo en los últimos treinta años y que ahora se exhibirá en las elecciones de abril y junio cuando decidamos la historia de nuestra monumental provincia para los próximos cuatro años.
Desde hace tres décadas trabajo de lo que me apasiona, hago periodismo, cuyo único secreto consiste en saber escuchar bien para contar bien lo que sucede con nuestro pueblo.
Tuve el privilegio de conocer la dimensión del territorio cuando los grandes patrones de los medios masivos de comunicación de Rosario me censuraron y, como consecuencia, trabajé en Santa Fe capital y allí aprendí la profundidad, el potencial, el drama y también la esperanza de la mirada completa de esta geografía con forma de bota. Al tiempo, tal como había ocurrido en la cuna de la bandera, me tuve que ir sin ninguna gana. Como miles y miles de trabajadores, desde hace quince años que sin empleo estable, vivo con una familia hermosa y escribo libros y produzco investigaciones que tienen repercusiones políticas mucho más allá de las grandes empresas mediáticas y los poderes de siempre.
Pero la producción de información genera conciencia política. Desde 2007 he sido candidato dos veces a diputado nacional, poniendo en juego ese trabajo de treinta años en beneficio de una idea y en beneficio de lo colectivo y en 2011, como candidato a diputado provincial, obtuvimos 60.426 votos, logrando la banca 42 entre las cincuenta en disputa. La corporación política, subordinada a las grandes billeteras, utilizó un decreto vigente de la dictadura y nos dejó afuera sin importarle para nada la falta de respeto a tantos santafesinos y santafesinas.
Hoy vuelvo a ser precandidato a diputado provincial, expresando un proyecto político llevado adelante por el Partido del Trabajo y el Pueblo, el Socialismo Auténtico, el Movimiento Socialista de los Trabajadores, Patria Grande, Unidad Popular, la organización social Causa, referentes del original Proyecto Sur y sectores independientes. Entre todos hemos conformado el Frente Social y Popular.
Para nosotros, la muerte de nuestros pibes es nuestro principal drama. Consecuencia de una política de 32 años (seis gobiernos del PJ y dos del socialismo y radicalismo) que han resignado sus históricas banderas y se han convertido en administradores de los intereses de los factores de poder y las instituciones.
Somos una provincia que produce más de 200 mil millones de pesos anuales con un presupuesto de 76 mil millones y con una quincena de empresas que facturan casi 100 mil millones de pesos por año y, sin embargo, están exentas de pagar ingresos brutos. Por eso vivimos en una provincia con el presente injustamente repartido. Con 5 mil pesos de ingreso per capita cuando esa cantidad de dinero que producimos (aquellos 200 mil millones) representan, en realidad, más de 10 mil pesos por mes para cada uno de los que formamos la llamada población económicamente activa. Hay desigualdad porque los gobiernos no quieren transformar la realidad. Apenas son socios de los que más tienen y más ganan.
De allí las obscenidades: 300 mil viviendas hacen falta para las santafesinas y los santafesinos y, en forma paralela, más de 190 mil casas y departamentos vacíos. Consecuencia del lavado de dinero y la especulación inmobiliaria. Por eso decimos de la necesidad de expropiar las propiedades vacías en función social para que esos domicilios sean para los que necesitan casas dignas.
Democracia o grandes negocios e impunidad, decimos. Hemos denunciado que el narcotráfico es un negocio paraestatal, que necesita de la corrupción política en distintos nichos de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales para desarrollarse. Que detrás de cada policía corrupto hay un político corrupto. Y que la Legislatura debe ser el lugar para denunciar estas cosas que los grandes partidos vinieron callando en los últimos años.
El 40 por ciento de nuestras pibas y nuestros pibes no terminan el ciclo escolar en tiempo y forma, según un estudio de la UNICEF. Sin trabajo en los barrios, sin deporte, sin alegría, sin cultura, terminan siendo víctimas de dos de los grandes negocios del sistema: las armas y las drogas. Hay que empatarle a esa seducción ofreciéndoles caminos alternativos, que puedan elegir otro presente: trabajo estable y digno para chicas y chicos menores de 25 años; ministerio de deporte para que junto a la educación y la salud la actividad física contagie de valores sociales y éticos que los enamore de la vida y espacios comunicacionales barriales (ESCOBAS) donde los funcionarios nacionales, provinciales y municipales rindan cuentan, mensualmente, de sus actividades y si son cómplices por acción y omisión de las distintas mafias sean revocados por esas asambleas barriales.
Soñamos con leyes que prohíban despidos y suspensiones, con la recuperación del Banco Provincial de Santa Fe, empresas provinciales de alimentos para no caer en la especulación de los formadores de precio y, de esta manera, combatir la inflación de forma concreta y cercana; congreso pedagógico provincial y congresos de jubilados permanentes para que cada uno de los ex trabajadores de la EPE, la DIPOS, el Banco Provincial, los ferroviarios y demás, aporten su sabiduría y experiencia en pos de un mejor presente para la vida cotidiana de los santafesinos y las santafesinas.
Les escribimos para decirles que estamos dispuestos a ir a cualquier barrio donde nos inviten para presentar nuestro libro que habla sobre “El futuro santafesino. Deuda interna y esperanza” o nuestras investigaciones sobre el narcotráfico para así burlar la censura que imponen los grandes medios de comunicación que terminan beneficiando a las corporaciones políticas de siempre que nos condenan a vivir como siempre. Por favor, invítenos. Necesitamos hacer conocer nuestra información y nuestros sueños. Para que no crea que tiene que votar siempre lo mismo.
Desde hace más de treinta años que vengo denunciando mafias y corrupciones, desde hace más de treinta años también venimos marcando las esperanzas que surgen desde el pueblo.
Por eso los invitamos a difundir nuestras ideas, a pedirles, con toda humildad, que nos escuchen para intentar pelear por la felicidad, como decía aquel revolucionario desesperado que fue Manuel Belgrano, el verdadero objetivo de la política. Para que la felicidad no sea la propiedad privada de unos pocos.
Les pido la gauchada que nos den una oportunidad y que en estas elecciones de abril y junio nos voten para ocupar un lugar en la cámara de diputados de la provincia.
Gracias por haber llegado hasta este renglón.
No alcanza con cantarles el feliz cumpleaños a nuestros hijos.
Hay que hacer algo más para que puedan ser felices.
Entre otras cosas, animarse a votar diferente para vivir diferente.
Una vez más, muchas gracias.
Carlos del Frade
Periodista y escritor.
Precandidato a diputado provincial por el Frente Social y Popular