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Balearon la casa del periodista Emanuel Sorvechia- La fiscalia investiga.

sorvechia-En total fueron cuatro disparos contra la vivienda, y habrían sido realizados con un revólver calibre 22. La investigación judicial la lleva adelante la Fiscal Graciela Tulián. Tras las pericias realizadas, se encontraron restos de plomo de dos de las balas.
Conmocionó a la familia Soverchia toda cuando personas desconocidas dispararon contra la casa de la suegra (que se encuentra edificada en el mismo terreno pero delante de la de Emanuel). Hay una causa judicial abierta y la investigación la lleva adelante el Ministerio Público de la Acusación. En diálogo con El Informe, Emanuel relató cronológicamente todo lo sucedido:
E.S.: Esto sucedió el viernes 1 de julio a las 3 de la madrugada. Cuando me estaba por acostar, y charlando con mi mujer antes de dormirnos, (la noche estaba muy serena) escuchamos entre tres y cuatro disparos de balas. Lo primero que pensé era que se trataba de alguien que pasó por la calle o algún vecino que tuviera algún arma y disparara hacia arriba para alertar a alguien que se estaba por meter en su domicilio.

Y nos quedamos estupefactos porque los cuatro disparos fueron muy contundentes y los sentimos muy cerca de mi casa. Al otro día, no mandé a mis hijos a la escuela por precaución y lo primero que hice fue revisar por si encontraba algunos casquillos en la vereda o en la calle. Revisé el frente de mi casa y tampoco encontré nada. Lo que pasa es que la casa de mi suegra está adelante y yo vivo atrás en otra. Incluso la casa de mi suegra no está sobre la línea de edificación sino que se encuentra unos metros adentro ya que tiene un jardín adelante.

Pasaron unos días, precisamente una semana, cuando mi suegra llama a mi mujer y le dice que el nene debía haber roto la ventana de la pieza con la gomera. Enseguida recordamos esos disparos, fuimos a ver y efectivamente había un impacto de arma de fuego que había traspasado la persiana de plástico, dos vidrios, cruza toda la habitación, pega en la pared este y rebota sobre la pared que da al norte. Y obviamente debe estar el plomo en la habitación pero como es un depósito no se pudo encontrar.

Un detalle importante: esa pieza está cerrada siempre porque la usamos de depósito, la persiana está siempre baja, no la abrimos nunca, una vez cada tanto para ventilar o limpiar el ambiente. Y estuvo todo ese tiempo cerrada porque hubo mucha humedad en esos días.

Ya era el mediodía del jueves 7 y al día siguiente hago la denuncia a las 8 de la mañana en la Fiscalía. Luego se hizo un oficio a la Policía. Enseguida fueron dos peritos de la UR X y lo primero que hice fue mostrarles el frente de la casa. Tomaron fotografías del lugar para determinar la distancia desde dónde se pudo haber disparado. Otro detalle: la ventana no está muy a la vista desde la vereda sino que está escondida bajo un alero, por lo que el disparo tuvo que haber sido realizado directamente hacia la ventana. Cuando nos acercamos empezamos a descubrir más disparos: uno arriba de la ventana, otro debajo de ella en el zócalo y creemos que el mismo rebota en la pared lindera y el plomo cae arriba de la vivienda del vecino. Incluso éste declara precisamente que escucha un disparo sobre su techo de chapa.

¿O sea en total tres disparos?

E.S.: Fueron cuatro, además se encuentra otro disparo en la pared lindera del vecino, por debajo de la ventana. O sea, tres impactos comprobado en la pared, uno traspasa el vidrio. Se encontraron dos plomos en el jardín y los otros no pudieron ser encontrados.

¿A qué tipo de arma corresponderían?

E.S.: Creemos, por lo menos fue lo que dijeron los peritos en el momento, que es un revolver calibre 22 porque el casquillo de esta arma queda dentro del tambor, y aparte por el tamaño de los plomos que se encontraron. De todos modos se supone, y no lo pudieron afirmar, porque los plomos, se destrozaron al momento del impacto.

¿Y por qué no denunciaste el hecho en el momento?

E.S.: Nosotros no hicimos la denuncia en el momento porque cuando al otro día salimos a ver no encontramos nada, supusimos que había sido un vecino alertando a ladrones. De hecho hablamos con algunos vecinos, todos habían escuchado los disparos durante la madrugada pero nadie vio nada. Pero cuando hablamos con el vecino que vive bien enfrente de mi casa (incluso está en una declaración del sumario) nos contó que escuchó el rebaje de una moto, luego los disparos e inmediatamente que la moto arranca de nuevo. O sea, que efectivamente se bajaron, dispararon sobre la propiedad y siguieron. Otro de los vecinos escuchó como que charlaban entre ellos pero no pudo especificar bien de qué.

¿Hay alguna cámara de vigilancia en cercanías del lugar?

E.S.: La policía me preguntó lo mismo y yo les respondí dos cosas. Hay una vecina en diagonal frente a mi casa que tiene una cámara de seguridad pero apunta al jardín de su vivienda. No sé si el perimetral de la cámara alcanza a la mía pero si se pidieran esos registros (no sé si se conservan) se podría observar si alguien llegó caminando o en moto al lugar en ese momento. A una cuadra se encuentra la Escuela Alberdi y a tres cuadras se encuentra el barrio Fonavi, no sabemos si hay cámaras de vigilancia por la zona.

¿Considerás que fue un mensaje intimidatorio hacia tu persona, a pesar de que los disparos impactaron sobre la vivienda de tu suegra que se encuentra edificada delante de la tuya?

E.S.: Hay dos cuestiones que me quedan en claro: no puedo afirmar que haya sido para mí específicamente porque puede ser un hecho aislado o un error, pero lo raro es que todo el mundo sabe que vivo ahí y en una publicación que hago figura esa dirección. Es la casa de mi suegra, atrás vivo yo y la dirección es la misma.

Otra de las cuestiones: se pararon sobre la calle para disparar y apuntaron a la ventana de la vivienda porque las balas entran de manera diagonal. No sé si el mensaje era asustar o matar a alguien pero las balas fueron directamente a la ventana. La suerte es que ese ambienten (que utilizaba mi mujer cuando era chica) en la actualidad se usa como depósito pero si alguien durmiera allí lo podría haber lesionado o matado tranquilamente.

¿Lo relacionás con tu actividad periodística?

E.S.: Cuando hice la denuncia y me preguntaron si alguien me tiene bronca o tengo alguna disputa con determinada persona, les dije que personalmente no. Pero tampoco descarto que a alguien no le haya gustado algo que haya denunciado. Lo dejé en claro porque trabajo en un medio de comunicación y estamos expuestos. No lo puedo afirmar pero tampoco descartar.

¿Qué esperás de las autoridades respecto a esto?

E.S.: Me parece que somos un medio de comunicación y si hay algo que se ha publicado que está fuera de la ley, esperamos que se haga la denuncia y se nos cite. En caso contrario, como vivimos en una democracia, el Estado debería resguardar nuestra integridad física e intelectual por el hecho de que informamos a la sociedad de lo que sucede. Por lo pronto, me parece que las autoridades tanto municipales como provinciales deberían actuar y tomar conciencia de lo que sucedió o puede suceder porque no recuerdo un hecho mafioso como éste. Sea o no sea para mí balear una propiedad es un hecho grave. No recuerdo desde el comienzo de la democracia que en Cañada de Gómez una casa haya sido baleada, no lo recuerdo… a lo mejor sucedió.

¿Y en lo personal te generó miedo por la familia misma?

E.S.: En el momento que escuché los disparos atiné a cuidar a mi familia (lo que haría cualquier persona), no porque pensé que era hacia mí sino porque escuchamos disparos y no sabíamos dónde terminarían. Después empecé a maquinar porque si eran para mí, pensé en mis hijos, mi mujer, mi suegra que vive donde se hicieron los disparos y por el barrio también. Obviamente que te da miedo, uno no se hace el héroe, no voy a regalar mi vida, pero por mi familia siento terror. Ahora uno toma precauciones, no en la forma de hacer periodismo, pero sí en la forma de vivir. Pase lo que pase, responsabilizo al Estado municipal y al Estado provincial para que mi integridad como periodista y la de mi familia sigan intactas y para que velen por nuestra seguridad. Obviamente no puedo echarle la culpa a nadie.

Fuente: Periódico «El Informe de la Ciudad» de Cañada de Gómez – Santa Fe – Argentina

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