En lo que parece ser una constante cuando aparece el frio,comienzan a conocerse casos de personas que son victimas de hurto de garrafas que comúnmente proveen de este valioso elemento a domicilios que no poseen gas natural.
Natalia, una joven mamá que vive en calle Villa María al 1400 en la mañana de hoy comprobó con tristeza que le habían robado la garrafa, cuando estaba por calentar la leche de su hijo.
Este tipo de delitos no tiene mucha difusión en los medios, ya que la policía no los da a conocer. Pero existen y la gente más vulnerable los padece. En la cadena de un delito siempre existen eslabones, si alguien roba una garrafa, es porque alguien se las compra y si faltan muchas garrafas es porque hay un mercado negro que se nutre de esta situación. A estar alerta entonces. Para mucha gente que le roben la garrafa se convierte en un verdadero problema.
Jorge Tagina. Para Armstrong y Region.