
Ayer, 21 de marzo, se conmemoró el Día Mundial del Síndrome de Down, una fecha que no se celebra como un festejo, sino como un día de reflexión y concientización. Este día, simbolizado por el 21 del tercer mes (3), representa la trisomía del cromosoma 21 que caracteriza a este síndrome genético, el cual puede afectar el aprendizaje, los rasgos físicos y la salud de las personas que lo padecen.

Sin embargo, es crucial recordar que cada individuo con Síndrome de Down es único, con sus propias capacidades y talentos.
En Armstrong, el Concejal Jesús Urquía, del bloque Renovación por Armstrong, y padre de un niño con Síndrome de Down, se pronunció al respecto: «Hoy no se trata de un festejo, sino de una jornada para reflexionar sobre la inclusión real y efectiva de las personas con Síndrome de Down. Debemos derribar barreras imaginarias que segregan y excluyen, y exigir políticas públicas que les permitan concretar sus proyectos de vida».
Urquía enfatizó la necesidad de programas serios que mejoren la calidad de vida de las personas con Síndrome de Down, desmintiendo la imagen idealizada y a menudo errónea que se tiene de ellos. «No son seres angelicales o bondadosos con una misión especial; son personas que, como cualquier otra, buscan ser felices y tener una vida plena», afirmó.
El Concejal hizo un llamado a la toma de conciencia colectiva, al respeto por la diversidad y a la exigencia de justicia social para garantizar que se respeten los derechos de las personas con Síndrome de Down. Urquía cerro su alocución citando una frase de Marcelo Rocha; «Es un día para apostar por una sociedad más inclusiva, donde se valore la diversidad y se garanticen las mismas oportunidades para todos», y coincidió con la importancia de la concientización y la lucha por la inclusión.