La organización británica para la comprensión de la vida sustentable, llamada The Living Rainforest, realizó un concurso internacional y seleccionó a Ismael Costa como el único finalista sudamericano.
Me sorprendió realmente que un niño de tan solo 9 años pensara como él.
Ante la pregunta “¿qué es una vida sustentable para mí?”, contestó Ismael, refiriéndose al concepto de ‘sustentabilidad’, y describiendo cómo algún día festejará el cumpleaños número 10 de su hijo/hija.
“Todos sus amigos llegarían en bicicleta, porque andar en bici es bueno y saludable.
Los regalos estarían envueltos en papel reciclado. Y nadie traería un arma de juguete, porque las armas no son juguetes, ¡y porque no tienen nada que ver con la sustentabilidad! Libros impresos en papel reciclado serían muy bienvenidos, al igual que los libros electrónicos.
La fiesta sería celebrada en un edificio sustentable, refiriéndose a uno que haga uso responsable de la energía, el agua y los deshechos.
El sistema de energía del edificio estaría basado en paneles solares y molinos de viento. Como la electricidad cuesta mucho más durante la noche, la fiesta sería celebrada a la luz del día.
Los desperdicios producidos durante la fiesta serían clasificados en orgánicos, plástico, vidrio, pilas, latas y papel.
La torta estaría hecha con ingredientes obtenidos a partir de agricultura sostenible y horneada en un horno de energía solar”.
¿Qué nos queda por agregar a esta reflexión tan inteligente de Ismael?
Es evidente que este niño ha pensado en dar generosamente al planeta y velar por el bien de quienes lo habitan.
Cuando uno se desprende de la necesidad personal (basada en el consumismo o en el deseo de “tener más”), genera un bien para quienes lo rodean porque no está aferrándose al egoísmo o a la mezquindad.
Cinco claves para alcanzar una vida sustentable.
1- Autoestima para ser generosos con los demás.
2- Descubrir y utilizar habilidades dando impulso a la creatividad.
3- Intercambiar ideas más que imponerlas.
4- Aceptar a los demás y corregir los propios errores.
5- Entender que los cambios son pilares para el progreso.
Pensar en estos conceptos tan útiles para el crecimiento y bienestar de una persona, como autoestima, descubrimiento, intercambio, autocrítica y progreso, contribuyen a evitar necesidades a nivel de una sociedad o de uno mismo.
Así lo he aprendido al aplicar las enseñanzas de la Ciencia Cristiana, basada en las ideas metafísicas de Jesús.
Encontré a través de la curación por medios espirituales, una vía segura y confiable para mantener la salud, el bienestar y tener respuestas a cada necesidad humana, como lo confirman las palabras del Padre Nuestro: “Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”.
¿Qué decir de esta tierra productiva y sustentable que todos anhelamos?
La inocencia e inteligencia del niño como expresión de la Mente que todo lo sabe y que tiene soluciones lógicas e inteligentes, hace que el concepto de tierra se vea de manera diferente.
Al mantener nuestra pureza de pensamiento y respeto hacia el medio ambiente, permitimos que en esa tierra se manifiesten las características de un lugar habitable e incontaminado, en el cual todos queremos vivir.
¿Por qué? Porque nuestra tierra conservada y reconocida como un lugar a salvo de agresiones, en donde cada uno es capaz de cuidarla y protegerla al máximo, es una posibilidad de contemplarla y mantenerla así, por toda la eternidad.
Una tierra sustentable es lo que todos deberíamos observar, siempre.
Elizabeth integra el Comité de Publicación, en Argentina, y escribe reflexiones desde su perspectiva como profesional de la Ciencia Cristiana.
Síguela en Twitter: @elisantangelo1 – Facebook: Elizabeth Santangelo de Gastaldi