Pruebas de laboratorio
Glucosa: normalmente se solicita la glucosa en ayunas pero, en algunos casos, se puede solicitar una glucosa postpandrial (después de la comida) o un TTOG (Test de Tolerancia Oral a la Glucosa, en el que se mide la glucosa a diferentes tiempos después de administrar una cantidad conocida de glucosa). El objetivo es saber si la persona tiene una respuesta alterada a la glucosa y en consecuencia, niveles elevados de glucosa en sangre.
Perfil lipídico: se mide colesterol HDL, colesterol LDL, triglicéridos y colesterol VLDL. Si los triglicéridos son significativamente altos, debería medirse el colesterol LDL por un método directo
Otras pruebas de laboratorio no están recomendadas en el diagnóstico del síndrome metabólico, pero pueden aportar cierta información. Incluyen:
Péptido C. Constituye un marcador endógeno (propio del individuo) fiable de la producción de insulina
Microalbúmina. Es un indicador precoz de enfermedad renal, por lo que se usa en el seguimiento de las personas diabéticas según recomendaciones de la OMS.
Proteína C reactiva ultrasensible. Determina el grado de inflamación, lo que resulta útil en la evaluación del riesgo cardiovascular
LDL pequeñas y densas. Se determina la cantidad de este tipo de partículas que tiene el individuo. Las LDL se clasifican según su tamaño, y las más pequeñas y más densas, que se forman cuando la concentración de triglicéridos y VLDL en la sangre son altas, se cree que son las más agresivas en la formación de placas de aterosclerosis. Esta prueba no se hace en todos los laboratorios, se solicita raramente y no está bien establecida su utilidad clínica
Insulina. La insulina en ayunas es demasiado variable para ser útil en el diagnóstico del síndrome metabólico, pero suele estar elevada en personas afectas de este síndrome
Hay otras pruebas cuya utilidad en el diagnóstico del síndrome metabólico todavía no ha sido bien establecida. Destacan el inhibidor de tipo 1 del activador de plasminógeno (PAI-1) y la proinsulina.
Otras pruebas diagnósticas (ajenas al laboratorio)
Presión arterial. Para detectar si existe hipertensión
Peso y circunferencia abdominal. Para objetivar la obesidad abdominal
IMC (Índice de Masa Corporal). Es una medida alternativa de la obesidad. Para calcularla son necesarios el peso y la talla, y se calcula según se indica: [Peso (Kg) / Talla al cuadrado (metros)]. Por ejemplo, para un peso de 75 kg y una talla de 1.75 metros el IMC sería: 75 / (1.75 x 1.75) = 24.5. Se considera obeso a un adulto si su IMC es mayor de 30. Sin embargo este cálculo no tiene en cuenta la distribución del exceso de peso en el cuerpo.
Fuente Programa Televisivo: “Prevención y Salud”.
Bioquímica Mariana Bianciotto.
Programa Tv. Prevención y Salud. Lunes 4 de Septiembre 13,30hs.
Reiteración: Jueves 20hs y sábado 12,00hs.