Una mujer de 42 años fue rescatada el lunes pasado de la casa en la que, según sus vecinos, la mantuvieron encerrada durante 20 años en la ciudad de Venado Tuerto. Al ser hallada, estaba desnuda y presentaba un cuadro abandono y deshidratación, por lo que hasta ayer permanecía internada en un hospital local. Una vecina que hace 12 años comenzó a denunciar que escuchaba a la mujer gritar y golpear las paredes, y que fue quien se movilizó junto a otras personas para que fuera asistida, dijo estar atemorizada porque el hermano de la víctima —que era quien le impedía salir— está en libertad y por ello teme represalias.
El lunes pasado, una ambulancia del Sies y la policía se presentaron en la casa de Dorrego 2344, en el barrio San José Obrero, de Venado Tuerto, y trasladaron a Marisa A., de 42 años, hasta el Hospital Gutiérrez.
La mujer vivía con su hermano quien, según denunciaron los vecinos de la zona, mantenía a Marisa encerrada y desnuda en una habitación con las puertas y ventanas tapadas. Desde hace años la escuchaban gritar y golpear las paredes que separan su pieza de la casa de Mirta, una vecina que hace 12 años comenzó a denunciar la situación en la que se encontraba la mujer pero hasta esta semana jamás había obtenido una respuesta.
Desde los 20 años
Liliana, una vecina de Venado Tuerto y amiga de Mirta, contó a LaCapital que el encierro de Marisa comenzó cuando la mujer tenía poco más de 20 años. «La familia dice que es porque la chica tiene un problema psiquiátrico, pero eso no justifica que la tuvieran como la tenían», dijo Liliana. En el centro de salud no confirmaron esta patología.
De acuerdo con los vecinos, primero era el padre quien le impedía salir y, cuando este murió, su hermano la mantuvo en la misma situación. «La primera vez que Mirta llamó a la policía fue hace 12 años. Escuchaban a Marisa gritar y golpear la pared de la pieza», contó Liliana, quien explicó que Mirta también se comunicó con los delegados barriales varias veces pero sin obtener respuesta. «Cada vez que llamaban a la policía, el hermano no les abría la puerta y todo quedaba ahí», agregó Liliana.
Hace un mes y medio, Liliana y Mirta decidieron que ya había pasado demasiado tiempo. Esta vez, además de acudir a la Comisaría de la Mujer, se comunicaron con agrupaciones de mujeres, con la Intendencia y con el Concejo municipal en busca de soluciones.
«Yo tomé conocimiento del hecho hace ocho días. Enseguida me comuniqué con la psicóloga del barrio y me dijo que estaban trabajando sobre eso, que no hiciera movimientos porque podía complicar la situación», explicó la concejala venadense del partido Nuevo Horizonte, Liliana Roston.
La información oficial respecto del hecho es escasísima. El día que Marisa fue trasladada al hospital, la directora municipal de Planificación Social y Territorial de Venado Tuerto, Alejandra Filippetti, declaró ante medios locales que se había conseguido ingresar en la vivienda del barrio San José Obrero después de obtener una orden de la jueza de Familia Nancy Grasso, que investiga el caso y deberá resolver sobre el destino de la mujer una vez que sea dada de alta.
Filippetti confirmó que Marisa estaba dentro de una habitación completamente desnuda, aunque no habló de algo que aseguran los vecinos: que además estaba atada a la cama.
Fuentes de la investigación confirmaron que el hermano de la víctima nunca fue detenido por la situación en la que fue encontrada Marisa. Mirta, la mujer que realizó las denuncias, dijo estar atemorizada ante esta situación, porque teme represalias por parte del hombre.
De acuerdo con los pesquisas, la fiscal Paula Borello, que está a cargo de la investigación, está recolectando testimonios para determinar si hay responsabilidades penales en el caso.
Fuente: La Capital