El diputado provincial, Miguel Solis presentó en la cámara Baja un proyecto de declaración manifestando su preocupación ante la situación que atraviesan los trabajadores de la empresa Bunge Argentina, luego que la misma procediera a despedir a más de 80 empleados de su planta ubicada en la ciudad de Ramallo. Suspendieron al resto del personal y los trabajadores están en estado de alerta en las distintas dependencias que posee la multinacional en el país, incluidas las plantas de acopio, depósitos de fertilizantes, complejos industriales, oficinas comerciales, terminales portuarias y refinerías existentes en la Provincia de Santa Fe.
Solis manifestó que “La Federación Nacional Aceitera asegura que la patronal comunicó la decisión de cerrar la planta en Ramallo, suspendiendo al resto del personal; denunciaron que intentan justificar su accionar ilegal en una supuesta crisis que estaría atravesando la empresa, sin presentar el correspondiente Procedimiento Preventivo de Crisis»
Bunge Argentina, subsidiaria de Bunge Limited, presente en 40 países, es una de las empresas más grandes del sector agroexportador del país; ha pasado de facturar 23.530 millones de pesos en el año 2014 a 46.033 en el año 2017, ofrece a productores agropecuarios fertilizantes de producción nacional, comercializa y almacena granos, realiza la industrialización de oleaginosas, produce harinas con diferentes contenidos proteicos y aceites vegetales, tanto refinados para consumo humano como crudos, destinados principalmente al mercado externo. En el proceso de agregado de valor, ofrece biodiesel, glicerina y lecitina. Posee plantas de acopio en 7 provincias, y emplea a más de mil seiscientas personas y genera empleo indirecto para otras miles.
Este sector de la economía nacional ha sido uno de los que más se ha beneficiado con la política económica del Poder Ejecutivo, tanto con la quita de retenciones como con la reciente y anteriores devaluaciones.