Principalmente, la idea es recibir el año nuevo con positivismo y buenas vibras. Esto está asociado al color blanco, ya que al ser un tono acromático no es un color sino una luz compuesta por la suma de todos los colores, por lo tanto es capaz de atraer nuevas energías.
El blanco también representa energía, pureza, paz, bondad y limpieza. Además se considera el color de la perfección. En ese contexto, la tradición indica que al vestirse de blanco, se recibes el 2019 con alegría y se dejas atrás todo lo malo que pasó durante el 2018.