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Polémica por la idea de sustituir planes sociales por subsidios de empleo.

operario-metalurgicoeditadoDesde Apyme advierten que es «otra forma de precarización laboral», al tiempo que para la Came es una «medida correcta y coyuntural».

El anuncio oficial para sustituir los planes sociales nacionales por subsidios de empleo generó polémica entre las entidades locales que representan a comerciantes y pequeños y medianos empresarios. Mientras la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) advirtió sobre «otra forma de precarización laboral», desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came)lo consideraron una «medida correcta, de carácter coyuntural». Para referentes de las organizaciones sociales, en cambio, la propuesta «tendrá un alcance muy limitado para resolver el problema de la desocupación».

El programa Empalme se presentó escuetamente durante el acto por el 1º de Mayo que se desarrolló en el estadio del club Ferro, donde el presidente Mauricio Macri encabezó el encuentro de las 62 organizaciones peronistas. Allí anunció la puesta en marcha de un programa para sustituir planes sociales por empleo subsidiado.

Recién ayer empezaron a conocerse algunas características de la iniciativa que, en principio, se llevará adelante desde el Ministerio de Trabajo. Básicamente se habilita a que los beneficiarios de programas sociales puedan contar con un empleo en blanco sin que esto signifique la pérdida del plan. Así, las empresas que los contraten podrán contar con este dinero como un componente del salario.

Este sistema alcanzará a los beneficiarios de programas sociales nacionales, como los Argentina Trabaja o Ellas Hacen. A modo de ejemplo, se explicó que si una empresa contrata a un beneficiario de Argentina Trabaja con un sueldo neto de 12.000 pesos, durante dos años el Estado le pagará a esa firma el monto de ese plan, que hoy equivale a 4.030 pesos por mes.

La letra chica

Si bien aún no se conocen los pormenores de la puesta en marcha del programa, referentes de la industria y el comercio comenzaron a evaluar los alcances de la propuesta.

Para el vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Elías Soso, se trata de un «sistema que apunta en el sentido correcto» para promover el empleo. «Se trata de una medida de carácter coyuntural, claro, hasta que el país logre recomponer su mercado interno, la única forma de generar empleo genuino», sostuvo.

No obstante, el dirigente consideró «fundamental» que este mecanismo no lesiones «ninguno de los derechos adquiridos por los asalariados». Un requisito importante «para que la propuesta no se transforme en una nueva fábrica de empleo en negro».

En esto, dijo, jugarán un papel importante «los mecanismos de control que se pongan en marcho para que las empresas no sustituyan empleados no subsidiados por personal subsidiado».

Soso remarcó que «la decisión es correcta», siempre y cuando «se tenga en cuenta que se implementa un mecanismo de características coyunturales que debe enmarcarse dentro de un plan económico que contemple el aumento del poder adquisitivo del trabajador, el desarrollo del mercado interno y la defensa de los puestos de trabajo de la industria nacional».

Maquillaje

Otra opinión mostró el titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios de Rosario (Apyme), Juan José Sisca. Según el referente empresarial, «el plan apunta a la precarización laboral» y forma parte de «un reconocimiento de que se cae la actividad industrial y crece la desocupación».

Crítico, Sisca apuntó que «estas medidas sólo buscan maquillar los efectos devastadores de este modelo económico que excluye a las pymes y a los trabajadores y no hacen más que precarizar el trabajo y bajar los salarios».

De acuerdo a su experiencia, iniciativas como el programa Empalme, «provocan todo lo contrario a generar empleo», cuestionó y recordó que «entre el 80 y los 90, hubo más de 50 reformas a la ley laboral, todas se presentaron como la posibilidad de que las pymes tomen trabajadores, pero lo único que hicieron fue incrementar la desocupación».

Alcance limitado

El líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Eduardo del Monte, lleva tiempo reclamando que se incremente la proporción de programas sociales nacionales que llegan a Rosario.

Por eso, consideró que «el alcance de este nuevo plan va a ser limitado. No me parece mal que se haga, el problema es que con esto no se va a resolver el tema de la desocupación. Los mayores beneficios los tendrán las empresas», sostuvo.

En su opinión, «si el objetivo es generar trabajo genuino se tiene que impulsar un ambicioso plan de obras públicas con sentido popular, mediante el mejoramiento de barrios o la construcción de viviendas populares porque la única forma de paliar el desempleo es con trabajo genuino», concluyó el referente de la CCC.

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