Jóvenes cañadenses y de la zona partieron este último miércoles pasado el mediodía rumbo a Villa General Güemes, en la provincia de Formosa, para concretar la misión solidaria. La misma se extenderá hasta el próximo sábado 31 de enero. El contingente estuvo compuesto por jóvenes cuyas edades oscilan entre 14 a 35 años. También viajó una familia e incluso una madre con sus hijas de 9 y 13 años. Previo a ello, en la mañana del mismo día, los jóvenes llenaron un camión puesto a disposición por la empresa Richezze con todo lo recolectado que será entregado a los habitantes de la zona visitada.
“Al fin, gracias a Dios llegó el día. Este gran día que veníamos esperando y rezando mucho a Dios para tener la posibilidad de poder llegar a Formosa. Hay que agradecer a muchísimas personas, empresas y familias, la verdad es que Cañada de Gómez y la zona nos ayudó. No hay palabras para agradecer, estamos más que conformes, contentos, satisfechos, más allá de que seamos 62 jóvenes que vayamos a Formosa, esta misión la hacemos entre todos. Fue durante todo un año que nos estuvimos preparando y organizando actividades para juntar fondos. Damos gracias a Dios también por las donaciones que hemos recibido, el transporte que nos prestó Ricchezze, el ómnibus que facilitó la Municipalidad de Cañada de Gómez” comentó David Fioramonti antes de emprender el viaje junto al resto de los jóvenes que integran el Grupo Parroquial Francisco.
Los jóvenes juntaron todo tipo de elementos como alimentos, ropa, artículos de higiene, útiles escolares, medicamentos, juguetes y agua mineral. Seis de los jóvenes van a colonias del lugar mientras que los restantes estarán en Villa General Güemes divididos en cuatro grupos donde realizarán actividades de todo tipo que incluye limpieza, cocina, además de recorrer casa por casa con el sentido de trabajar en comunidad.
El mismo jueves arrancaron con las actividades de evangelización como de caridad y solidaridad. “hay niños muy sufridos, niños que pasan hambre. Aparte de lo material, uno vuelca la fe, plantar esa semillita de esperanza. Allá se valora mucho como trabajan en familia, como buscan juntos salir adelante, eso es algo que ellos nos enseñan a nosotros, uno va a misionar pero vuelve misionado, nos enseñan cómo sin nada pueden ser felices, vamos a dar pero también recibimos muchísimo” finalizó diciendo David Fioramonti, uno de los integrante del Grupo Parroquial Juvenil Francisco.
Fuente. El Informe, de Cañada de Gómez.