Es un desafío para la mujer cuando no ha podido tener un hijo cuando más lo anhela y espera. Pero siempre hay un camino que se abre para encontrar la solución.
Los cánones y moldes se están rompiendo y actualizando. Ya se sabe que el útero no envejece, así lo afirma Luisa Barón, Dra. Especialista en fertilidad. Ahora ya se acepta y se comprueba que la maternidad de una mujer a los 40 o 50 puede ser fértil y sin riesgos.
Cuando tuve mi segundo hijo a los 35, el obstetra me advirtió que debía cuidarme porque a partir de esa edad podría ser complicado quedar embarazada. Claro, esta advertencia tuvo lugar en la década del 80 en una época en que consideraban determinados límites para la maternidad.
Sin embargo, este concepto cambió, ampliándose, para beneficio de la mujer.
La maternidad desde tiempos antiguos ha sido un tema serio en el cual se ha demostrado que es normal que una mujer pasados los 40 pueda quedar embarazada.
Hay ejemplos desde la antigüedad, que nos muestran mujeres tales como Sara, esposa de Abraham y también Elisabet, madre de San Juan el Bautista, que quedaron embarazadas.
La fe inquebrantable de estas mujeres no dejó de tener resultados favorables porque ambas, además, eran estériles y anhelando ser madres, tuvieron a sus hijos a edad avanzada.
¿Qué puede ser un obstáculo para que la esterilidad se revierta?
El temor y la duda son los mayores obstáculos; pero pueden ser vencidos.
Cuando se mantiene firme el anhelo de la maternidad, y se adquiere dominio sobre las condiciones físicas, dicha posibilidad siempre está presente. Puesto que el embarazo no es una enfermedad, es viable a cualquier edad, sabiendo que el feto puede ser guardado puro y sano completamente.
Más que una cuestión de “edad”, es saber que el momento apropiado siempre llega, porque el sentido de amor, dedicación y vocación maternal es natural, y cultivarlo es un derecho inherente a la mujer.
Es probable que al quedar embarazada pasados los 40, la experiencia, la calidad de vida, la estabilidad emocional y afectiva, contribuyen a saber manejarse con idoneidad y aplomo.
Aunque tenga que mantenerse despierta por las noches, ya sea para amamantar o responder a las necesidades del bebé, hará que tenga un mejor manejo en cada situación.
La habilidad para ser madre puede ser efectiva, cuando la disposición y el cariño para lograrlo prevalecen por encima de la edad o cualquier limitación física.
Además, la salud, vigor y resistencia ayudarán a la nueva mamá, a mantenerse saludable y con genuina alegría para cuidar y educar a las nuevas generaciones.
Elizabeth es Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana, en Argentina.
Coaching en área salud y espiritualidad.
Twitter: @elisantangelo1