Los trabajadores advirtieron la posibilidad de despidos ante la intención empresarial de cerrar en horario nocturno, con el consiguiente recorte de turnos. Por ese motivo, ambas partes sostuvieron una reunión en la que finalmente no alcanzaron un acuerdo, lo que empujó a los estacioneros al paro.
El pedido del gremio apunta a que los empresarios se comprometan a no despedir ni suspender empleados en los próximos tres meses.
Los empresarios confían en destrabar la negociaciones en una nueva reunión que mantendrán el mismo miércoles, a las 9.
Otro problema que se suma al tenso diálogo es la suspensión del uso de tarjetas de crédito y débito durante el horario nocturno. «Esto viola un acuerdo con el gremio de que se implemente el uso de las tarjetas para seguridad de los trabajadores ante situaciones de robo», sostuvo Raúl Matar, integrante del Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, Garages, Playas y Lavaderos Automáticos (SOESGPyLA).