El gobernador Miguel Lifschitz se convirtió en inesperado aliado del dirigente ultraopositor rosarino Jorge Boasso, al considerar que el rosarino fue “proscripto” por Cambiemos, al no poder participar como candidato a diputado en la interna del oficialismo nacional. No fue la única crítica del mandatario al PRO: también deslizó que si ya se están produciendo ajustes ahora, en tiempos preelectorales, lo que se vendrá después de las elecciones serán medidas restrictivas fuertes.
Lifschitz defendió el sistema de las primarias abiertas y obligatorias y mencionó que en Santa Fe, por caso, hay internas en el justicialismo, en el Frente Progresista e incluso en Cambiemos en la ciudad de Rosario. Fue entonces cuando apareció el tema Boasso: “En Cambiemos a nivel provincial no hay primarias porque han proscripto a una de las dos listas”.
Justamente esa, que ha sido proscripto, es la denuncia de Boasso, a quien le impidieron competir con la lista que encabeza Albor Cantard con el argumento de que había irregularidades con los avales, aunque esos avales son los mismos con que la Justicia electoral le permite competir por fuera del oficialismo nacional, en el partido Unite.
Para Lifschitz eso es “claramente” una proscripción. “Nunca que yo recuerde se ha dejado de habilitar una lista porque haya algunos avales que aparentemente no son de las personas que aparecen firmando. Los avales los recolectan los militantes en distintos pueblos. Siempre puede haber una desprolijidad. Las a habido en todas las elecciones, todas las listas”, dijo el gobernador. Y sostuvo que “la competencia interna enriquece la vida de los partidos”.
Consultado sobre lo que puede venir después de los comicios, advirtió: “Si alguna medida de ajuste se toma ahora en tiempos preelectorales (Pami, pensiones, gastos de salud), cómo no tener temor de que después pueda ser más importante”.
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