La huelga fue lanzada por el triunvirato de la central obrera durante una conferencia de prensa realizda a media tarde, luego de no concurrir, al mediodía, al Ministerio de Trabajo para reunirse con su titular, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, para escuchar las respuestas gubernamentales a cinco puntos que se reclaman.
La decisión, esgrimieron, se tomó «luego de un profundo debate, habiendo insistido frente a las autoridades del gobierno nacional sobre la necesidad de efectuar cambios en el rumbo de la política económica, luego de advertir sobre los efectos sociales del brutal ajuste y no haber recibido respuestas adecuadas a los reclamos».
Enumeraron como negativos «el veto a la rebaja de tarifas aprobado por el Congreso Nacional, el anunciado acuerdo con el FMI, sus consecuencias sobre el empleo, la obra pública, los sistemas de Seguridad Social, las economías regionales y los servicios públicos».
En el comunicado, el Concejo Directivo sindical agregó: «No vamos a permitir que el ajuste lo hagan otra vez los que menos tienen, los trabajadores ocupados y desocupados, los jubilados y los sectores más vulnerables, que ya viven en condiciones sociales extremadamente precarias. No vamos a tolerar que se insista en ajustar más la economía social en busca de un equilibrio fiscal. Los números deben cerrar con los trabajadores adentro».
Finalmente, la CGT expresó su acompañamiento al proyecto del senador Miguel Ángel Pichetto para excluir del impuesto a las ganancias el medio aguinaldo, «un paliativo importante para las economías de los trabajadores bajo relación de dependencia».
El faltazo ante Triaca, la primera señal
Desde el entorno sindical aseguraron temprano que crecía la posibilidad de lanzar un “paro general” y que sería “antes de fin de mes”.
El encuentro con Triaca estaba pautado para las 12 pero minutos antes fue cancelado por «disidencias internas en la CGT», según informaron a Télam fuentes oficiales. Pero desde el sector gremial se dijo que no concurrieron porque ya sabían que «no habría respuestas» a sus reclamos.
La decisión del faltazo cegetista se adoptó durante una reunión de la mesa chica de la central obrera que se llevó a a cabo desde las 10 en la sede de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), donde los dirigentes Juan Carlos Schmid, Carlos Frigerio y Jorge Sola se manifestaron por no ir a la cartera laboral, según comentaron a Télam voceros gremiales.
La mesa chica de la CGT está compuesta por los triunviros Héctor Daer (sanidad), Schmid (dragado) y Carlos Acuña (garages), Armando Cavalieri (comercio), José Luis Lingeri (Aguas), Andrés Rodríguez (UPCN), Roberto Fernández (UTA), Abel Frutos (panaderos), Jorge Sola (seguros), Omar Maturano (La Fraternidad) y Frigerio (cerveceros).
Contra los despidos y por paritarias
El petitorio elevado la semana pasada al gobierno nacional incluye «una norma concreta que evite los despidos y suspensiones públicas y privadas durante seis meses y la reapertura de las negociaciones paritarias ya cerradas y sin límites».
También exigen esa condición para las paritarias que aún se discuten; la eliminación del impuesto a las ganancias sobre la cuarta categoría para abonar el aguinaldo de este mes; la devolución de los fondos de gastos de salud de las obras sociales -para lo que ya habría un principio de acuerdo- y la firma de un compromiso para que no se produzcan modificaciones en la Ley de Contrato de Trabajo (LCT).
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