Rara vez se lo otorgan a un extranjero, pero el escenógrafo de óperas Nicolás Boni, nacido en la localidad santafesina de Tortugas y formado profesionalmente en Rosario (es licenciado en Bellas Artes de la UNR), se llevó el jueves el prestigioso premio Bibi Ferreira, en Brasil, a la mejor escenografía por la comedia musical My Fair Lady. La obra se exhibió en el Teatro Santander de San Pablo el año pasado. Y la crítica especializada había destacado la puesta en escena que fue realmente impactante.
»La verdad no lo puedo creer, no es frecuente que premien a alguien que no es de Brasil», dijo a La Capital.
Boni tiene apenas 40 años y una trayectoria enorme en un mundo muy particular: el de las óperas. Aunque en algún momento pensó en dedicarse a la medicina la pasión por el arte pudo más y ofreció todo su talento a una tarea que exige saber de todo: música, arquitectura, pintura, dibujo.
En 2011, el diario La Capital lo tuvo entre sus personajes destacados por el éxito que habían tenido varias de sus escenografías en el teatro El Círculo y en países como España, Perú, Colombia, Uruguay. Por entonces ya había brillado en la creación del ambiente ideal para la ópera Aída; en el 2004 para Otello; en el 2005 hizo El Barbero de Sevilla; en el 2006 Cavallería Rusticana y Madame Butterfly y en 2007 Pagliacci y Carmen.
El de Boni es un trabajo que pocos hacen en el mundo y por eso tiene la agenda repleta de planes de acá a los próximos años.
El 2017 fue un año de muchísima actividad para el artista. En enero debutó en el Teatro de La Zarzuela de Madrid; en julio estrenó una producción de Lucia di Lammermoor en el Teatro Argentino de La Plata y en agosto una Tosca en el Teatro Solís de Montevideo. Pero no fue todo, hace dos meses armó un Don Giovanni en Belem, en el norte de Brasil, en plena Amazonia, y ahora está en San Pablo reponiendo esa última producción.
España
«Ahora viajo en diciembre a España para presentar un nuevo proyecto para La Zarzuela que se estrenaría en enero de 2019 y en no mucho tiempo debuto, al fin, en el Colón», dice con humildad y emoción.
Reconocido en el mundo de la ópera, ahora, con My Fair Lady, su primera comedia musical, se abren nuevos caminos. Un crédito local que dará que hablar.
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