El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, ratificó este miércoles la meta prevista de inflación para el corriente año, en un rango de entre 12 y 17%. Rechazó así cualquier posibilidad de revisión de ese objetivo a pesar de las críticas que está recibiendo desde diversos sectores políticos y económicos por su política de dureza monetaria, y de que el acumulado oficial de los aumentos de precios es del 9,1% en el primer cuatrimestre.
«Estamos trabajando para cumplir con las metas de inflación fijadas para este año», dijo tarde Sturzenegger al responder consultas de la prensa en el marco de la presentación del informe de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2017.
El titular del Central fue incluso más allá al afirmar en respuesta a una pregunta que «pronto vamos a estar hablando de un objetivo del 10% para el año que viene», en lo que puede considerarse una muestra de extrema confianza en su política, ya que para 2018 el organismo fijó originalmente un piso del 8% y un techo del 12%, señala Télam.
En ese marco, Sturzenegger fue contundente al subrayar que «cambiar una meta es no tener meta» y volvió a descartar de manera enfática cualquier posibilidad de modificar los objetivos que se propuso a comienzos del corriente año en materia de inflación.
Tarea complicada
De acuerdo al último relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la inflación se aceleró al 2,6% en abril–cifra incluso mayor a la reflejada por analistas privados– y el acumulado del primer cuatrimestre es de un 9,1%.
En una proyección imaginaria hacia fin de año, a ese ritmo inflacionario los guarismos se ubicarían cerca del 30%, lejos de lo planteado por el BCRA. De todos modos, el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, dijo la semana pasada que el Central está llevando adelante «una tarea seria, profesional y responsable», al tiempo que confió en que hacia fin de año se reducirá la tasa de inflación y llegará en el último trimestre a niveles cercanos al 1% mensual.