Un concurrido pesebre viviente se llevó adelante este domingo por la noche en la Iglesia Nuestra Señora de la Merced.
Con dirección, participación y coordinación de las catequistas de la ciudad el Pesebre, se disfrutó en la puerta de la iglesia, frente a la Plaza San Martín.
Fue una emotiva representación en vísperas de esta Navidad y al concluir la misma el padre Daniel Peseta dejó una bendición y un mensaje de unidad para las familias presentes.
Entre otras cosas el sacerdote mencionó la necesidad de tener paz en los hogares, de que las heridas puedan ser sanadas, de que las grietas puedan ser cerradas y los enojos también sanados. «Si hay distancia que el amor de Dios todo lo una, lo fortalezca, lo sane», dijo y pidió que ésta «no sea una Navidad más sino la Navidad».
«Que terminen bien el año, más allá de todas las dificultades, no dejen de decir gracias. La gratitud sana, abre puertas, se manifiesta», expresó Peseta.
Fotografias: Muro de Catequista Mariana Svirz.