El congreso se fue armando al ritmo que el colectivo docente fue construyendo, porque si bien está organizado a partir de un cargado cronograma de actividades, charlas, paneles y talleres, se fue amasando a su tiempo, en esa construcción colectiva, en ese espacio de trabajo.
Pero también el congreso se va armando en las rondas de mate espontáneas que se van formando bajo la sombra de los arboles de la Plaza San Martín, en el Tropero, en los bares locales, y fue encontrando la textura y el aroma que, desde hace 37 años, hacen de cada uno de estos encuentros, una experiencia singular.
El congreso, realizado entre el 18 y el 24 de enero del 2016 en la ciudad de Armstrong, no fue la excepción, ya que cada asistente además del conocimiento, capacitación, algún que otro obsequio regional, se llevó el compañerismo, la camaradería y la buena hospitalidad local.