Entrada libre y Gratuita, a colaboración de la Escuela N° 600. Invita Emiliano Gramigna de Renovación por Armstrong.
Maravilla Martínez abrió una puerta que estuvo cerrada durante años. Nos contara una historia de coraje, determinación y trabajo en equipo. El boxeo volvió a ser una fiesta: esa es la puerta que abrió, la que trae la inquietud y el griterío popular, las ganas de vencer, el deseo de todos en solo dos puños. Los de él, de Maravilla, que son los puños de la patria mientras dura la pelea. Un gladiador contra todas las fieras.
El boxeo es más grande que un solo hombre. No hay dudas. Son miles de vidas que empujan a diario para subir: pibes que practican en el gimnasio de su pueblo; otros que insisten en la FAB, que quieren la gloria; el amateur que aspira a ser profesional, el profesional que busca un cinturón; el cinturón en Maidana, en Matthysse: brillantes. Son todos ellos, los campeones, los que tienen esperanzas. Y un montón de amateurs y profesionales que no llegan y que nunca van a llegar. Todos son el boxeo.
Maravilla abrió la puerta y entró el aire de antes, el del Luna Park los sábados a la noche y el de Monzón o Galíndez en la pantalla blanco y negro. Juntó lo que fue con lo que es ahora, el pasado de gloria para que la gloria de los de ahora sea todavía más grande. Esa es su virtud y toda su generosidad con el box.