FUENTE: PERIODICO EL INFORME DE LA CIUDAD (CAÑADA DE GOMEZ)
La investigación por el homicidio de Gerardo Torresi puede llegar a dar un paso importante. El informe completo de la pericia psicológica hecha sobre el imputado ya está en poder de la Fiscalía y, en base a lo que allí se concluye, la Dra. Gabriela Lescano ha pedido el procesamiento y la prisión de la persona que está imputada en la causa: “Esta Fiscalía tiene la certeza suficiente con este informe científico de que el imputado ha cometido el delito. Esta medida probatoria nunca se había hecho en estos 14 años y me parece que se viene a sumar a todas las otras pruebas. Para mí como Fiscal ya hay pruebas suficientes de sospecha acerca de que esta persona cometió el homicidio. Todo eso me permite hacer visible el desborde que pudo tener esa persona en el momento del hecho, y para mí es suficiente para su procesamiento y detención. Esta es mi postura como Fiscal de la causa”.
Teniendo en cuenta todas las pruebas que se fueron recolectando en base a lo solicitado por la Fiscalía del Distrito Judicial 6, y tomando como base sobretodo el informe de la pericia psicológica hecha al imputado, la Dra. Gabriela Lescano ponderó como muy importante por su rigor científico esta pericial (la cual arroja mucha precisión en cuanto a la personalidad, la conducta, las funciones cognitivas y la posibilidad de que el imputado es posible de un desborde, o sea de haber cometido el homicidio).
Todavía el Juez Rizzardi no se ha expedido al respecto, dio vista a las partes (tanto al querellante que representa a las hermanas de Gerardo Torresi como al abogado defensor) y tiene un plazo de diez días hábiles para resolver sobre este pedido de la Fiscalía. Todo indica que para antes del inicio de la feria judicial, la causa por el homicidio de Gerardo Torresi dé un giro inesperado: estuvo a punto de haber prescripto y ahora puede pasar a tener un autor material concreto.
La investigación tiene varias aristas. Incluso en estos días la Fiscal Gabriela Lescano hará otro dictamen con respecto a las imputaciones que pesan sobre el personal policial ya que la magistrada no está de acuerdo con varias líneas de investigación que se fueron delineando y que en la práctica no llevaron a un resultado positivo con el transcurso de todos estos años.
En total la Fiscal Lescano resolvió seis imputaciones (cinco a policías y una a un civil que tenía una relación de parentesco con uno de ellos) por haber brindado alternativas de investigación distintas al objetivo propio de la causa. Y se le tomaron declaraciones indagatorias a este personal policial con distinta jerarquía por haber desviado la investigación. Incluso se pidió la detención de un policía pero el juez Rizzardi oportunamente denegó este pedido.
Tres de esos cinco policías aún están en actividad (los otros dos ya pasaron a retiro y en el momento del crimen cumplían funciones jerárquicas muy importantes en la Unidad Regional X de Policía) y se encuentran acusados de varios delitos, entre ellos, violación de sellos y documentos, cohecho, tráfico de influencias, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado. Para graficarlo, vale tomar solo un ejemplo: uno de los policías manifestó haber visto a Torresi a las 7 de la mañana del 25 de diciembre, lo cual nunca su pudo demostrar, ya que a esa hora la víctima estaba muerta. De ese hilo partieron una serie de hipótesis falsas y siempre se investigó a personas que nunca tuvieron que ver con la causa. Incluso directamente hubo faltante de materiales probatorios de la Unidad Regional X que terminaron beneficiando al imputado.
Y para la querella ya hay una apariencia importante de responsabilidad de parte del imputado. No se trata de un hecho aislado sino de varios concatenados que hacen presuponer que materialmente puede ser el autor del hecho. Para la querella, más allá de esta pericia psicológica, hay inconsistencias en las declaraciones del imputado y no poder explicar algunas cuestiones irregulares: por ejemplo haber violado la clausura del galpón y haber ingresado al mismo cambiando la cerradura y la clave de la alarma; haber intimidado a los vecinos a los fines de que los mismos le brinden información acerca de si sabían algo de lo que había pasado esa noche; haber manifestado que intentó comunicarse con Torresi en el curso de la tarde pero esta cuestión nunca pudo ser acreditada; haber simulado recibir llamados telefónicos en la mañana del 25 de diciembre y no haber relatado el recorrido completo que hizo una vez que encontró el cuerpo, entre otras. “Todas estas inconsistencias lo terminaron en su momento imputando y ahora la pericia psicológica confirma que tiene el perfil de persona que pudo cometer el hecho” dijo el abogado querellante Dr. Fabio Ferreyra.
El inmenso expediente judicial consta ya de más de diez cuerpos. Vale recordar que la causa por el crimen de Gerardo Torresi estuvo a punto de prescribir pero antes de que se cumplieran doce años del homicidio, el juez Rizzardi resolvió imputar a esta persona. Sin embargo, luego le dictó la falta de mérito. Gerardo Torresi tenía 39 años, era soltero y trabajaba en esa contratista rural. En diciembre de este año se cumplen catorce años del aberrante suceso que por el momento sigue impune.