«Último Primer Día»: es el festejo de alumnos de quinto año, donde los jóvenes pasan toda la noche despiertos y luego se dirigen a la institución educativa a la cual pertenecen.
El rito se convirtió en un problema cuando los chicos comenzaron a consumir alcohol, a realizar actos de vandalismo en las casas vecinas, a tirarse ellos mismos con piedras, a cortar calles y a tirar pirotecnia en plazas y parques, lo que trajo aparejada una serie de quejas del resto de la comunidad.
En los últimos años, el municipio se ha involucrado para impedir que se desaten disturbios en la vía pública y también para controlar el uso indebido de la pirotecnia ya que hay una ordenanza vigente que prohíbe el uso de bombas de estruendo.
La Secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Armstrong, Daniela Pérez, a través de los medios locales explicó que a partir de este año se sancionara a los padres de los menores a los que le incautaron pirotecnia ya que han sido identificados por la policía local y comisarios de calle han labrado actas. Desde el municipio se declaró que las multas oscilaran entre los $3.800 y $4.200.
