Nicolás Brussino y Leonardo Mainoldi formaron parte del seleccionado argentino de básquet. En exclusiva, juntos contaron todo lo vivido en Brasil en el último capítulo brillante de la Generación Dorada.
FUENTE: PERIODICO EL INFORME DE LA CIUDAD (CAÑADA DE GOMEZ)
Como cañadenses tuvimos el orgullo de tener dos representantes en el seleccionado nacional de básquet como Nicolás Brussino y Leonardo Mainoldi que participaron de los Juegos Olímpicos de Río 2016. A pocos días de finalizados los JJOO, los dos deportistas locales de manera conjunta dialogaron con El Informe sobre su experiencia:
¿Qué significó para ustedes llevar la camiseta de nuestro país?
L.M.: Siempre estar en la Selección es algo único. Representar a tu país y ponerte la camiseta no se puede describir con palabras. No se puede explicar lo que uno siente por dentro, por ejemplo entrar en Río y ver en la cancha muchísimos argentinos gritando, cantando el himno, alentando al equipo. Se me ha puesto la piel de gallina más de una vez en este Juego Olímpico. Cada vez que tengo la oportunidad de estar en la preselección en una instancia para luchar un puesto es como un premio a lo que uno hace durante la temporada, es único, es un momento muy especial que hay que disfrutarlo, que a lo mejor pasa rápido y después uno cuando ya a lo mejor no tiene la edad o más adelante valora bien lo que ha hecho antes. Hay que disfrutarlo y dar el máximo en cada entrenamiento, en cada partido, en la convivencia del día a día.
N.B.: Como dijo Leo, siempre estar en la selección argentina es algo muy lindo, más cuando es un Juego Olímpico que no se juega todos los días. Una experiencia muy buena y más jugando con jugadores como Manu Ginobili, Scola, Nocioni y Delfino que ya vienen de varios años, varios campeonatos. Fueron campeones olímpicos así que fue muy lindo estar aprendiendo al lado de ellos durante un mes y medio casi, estoy muy contento por esta experiencia.
¿Cómo los recibieron en Cañada?
N.B.: La gente de acá nos ha recibido muy bien, en mi caso voy caminando por la calle y la gente me saluda y me felicita, así que estoy muy contento por eso, muy agradecido a la gente.
¿Cómo sintieron al equipo en Río?
N.B.: El grupo estaba unido, hay mucha diferencia de edad y un poco costaba eso, pero ellos los más consagrados, los más grandes se adaptaron a su manera, siempre hablábamos, les preguntábamos cosas, ellos respondían tranquilamente sin problema, nos trataron muy bien, muy contento también por eso.
L.M.: Realmente el trato que estos jugadores tienen es increíble. Nosotros que no hemos conseguido a lo mejor nada a la par de ellos en el básquet mundial, realmente el trato es único, uno se da cuenta con quien está entrenando, con quien está al lado. Por ejemplo cuando llegamos a la Villa uno tenía la idea se sacar una foto con otros deportistas, y los demás deportistas venían a la mesa nuestra a sacarse una foto con Manu o con Luis. Entonces ahí uno se da cuenta que a lo mejor le parece normal el día a día porque uno desayuna y entrena junto a una figura como Manu Ginóbili. Pasa a ser uno más pero cuando otros deportistas vienen a buscarlo pero decís no es normal. El grupo ha sido muy bueno y creo que ha sido una de las claves por lo cual se ha jugado a buen nivel y tiene que seguir. Algunos se van a ir como es el caso de Manu y Chapu pero el resto que estamos tenemos que seguir por ese camino.
¿Cómo fue el entrenamiento?
L.M.: En Buenos Aires fue la parte más dura pero es normal en los primeros días para conocernos con el bagaje táctico. La puesta a punto en jugadores que quizás venían de un descanso, después tuvimos la gira por Las Vegas, y esos partidos nos vinieron muy bien para seguir entrenando. Cuando volvimos fue la hora de jugar: los partidos en Buenos Aires y en Córdoba. No hubo mucho tiempo para entrenar, ya venían los Juegos y nos planteamos ir mejorando durante los partidos.
N.B.: En Brasil teníamos entrenamiento el día previo, hacíamos una hora y media de entrenamiento táctico sobre el rival y lanzamientos. A la mañana del día de juego también hacíamos lanzamientos, repasábamos las jugadas nuestras y así fueron todos los días.
¿Qué balance hacen de su participación en los Juegos Olímpicos?
L.M.: Depende de donde se mire. Por el resultado final te quedas con un poco de bronca sobre todo por el cruce que nos termina tocando. Ganamos tres partidos en el grupo y a lo mejor el primer día que nos juntamos en Buenos Aires, no nos habíamos puesto un objetivo más que jugar día a día un poco mejor para llegar de la mejor manera, sino que lo que se escuchaba o la gente decía era que teníamos que ganar si o si el primer partido con Nigeria y después ganar uno más, con suerte porque la gente a lo mejor no pensaba que íbamos a jugar a ese nivel.
Había que ver como estaba Carlos, Manu y el equipo no sólo ganó uno sino que ganó dos partidos después de Nigeria y aún así te toca Estados Unidos, es un poco de mala suerte dentro de lo que cabe decir, si en los dos suplementarios perdíamos el partido con Brasil y luego perdíamos con España quedábamos afuera del grupo, se dieron las cosas así y a lo mejor uno se va con el sabor amargo de no haber jugado en un cruce mejor, me refiero a otro equipo de un nivel más bajo que Estados Unidos, tener un partido más para poder jugártela un poco más sabiendo que con Estados Unidos tenés que hacer un partido perfecto. El equipo dio todo y creo que en cada partido fue mejorando lo que era el objetivo, la gente quedó muy contenta, pudimos ver los videos en internet alentándonos.
¿Sintieron el afecto del pueblo argentino?
N.B.: Se sintió mucho el afecto, con Brasil se sintió muchísimo. Fue el partido que vivimos mucho el apoyo de la gente, pero nos acompañaron en todos los partidos, estábamos muy contentos y contenidos con ellos.
Para la temporada venidera Leonardo Minoldi fichó para San Martín de Corrientes donde se empezará a entrenar desde la próxima semana mientras que Nicolás Brussino viaja el 5 de setiembre hacia Dallas (EEUU) para comenzar el proceso de adaptación a la NBA.
